Por: Laura Cortez Palacios/ Reportera de El País
“Nosotros exigimos justicia para el caso de la niña, que no quede impune como el de muchas otras mujeres”, pidió Anyela Carabalí, tía de Catalina Agudelo, de 21 años, la joven asesinada el pasado 5 de abril en el barrio Terrón Colorado, oeste de Cali.
Además del dolor por la prematura pérdida de la joven, ahora sus allegados se enfrentan a un nuevo sufrimiento: el presunto homicida, quien era su pareja sentimental, fue dejado en libertad y, según conoció la familia de la víctima, buscaría salir del país.
Y es que aunque el sujeto fue capturado el mismo día que se encontró el cuerpo, un juez lo liberó al día siguiente por falta de pruebas y por no haber sido detenido en flagrancia.
“No sabemos dónde se encuentra esta persona, según hemos escuchado por muy buenas fuentes, una prima de él que es abogada lo está ayudando para que se vaya del país y que no pague por lo que hizo. Estoy segura de que los mismos que lo soltaron luego van a tener que ofrecer recompensa para volverlo a agarrar”, comentó Hilary Carabalí, prima de Catalina
Catalina vivía con su novio desde hacía dos años y tenía una relación que parecía normal y no le mencionó a sus seres queridos ser víctima de abuso. “Ellos vivían a una cuadra de nosotros y nunca vimos un mal comportamiento de él hacia ella, es más, ese hombre fue a mi casa un sin fin de veces a comer y lo atendimos bien, jamás vimos nada raro”, aseguró Anyela.
De acuerdo con sus seres queridos, la joven era una persona alegre y amante de los animales, por lo que decidió estudiar auxiliar de veterinaria y, tras graduarse, comenzó a trabajar con su madre en un taller de máquinas planas con el objetivo de reunir el dinero suficiente para ingresar a la universidad y convertirse en profesional.
Su rutina era la misma todos los días, de la casa al trabajo. Además, sus allegados agregaron que, aunque no tenía muchos amigos, era muy conocida en Terrón Colorado ya que creció en sus calles y frente a sus vecinos
El único cambio del que se percataron fue que, al parecer, la relación con su pareja estaba comenzando a fracturarse, tanto así que Catalina habló con su mamá para comunicarle que quería regresar a su hogar.
“Ella nos dijo que quería dejarlo pero nosotros no le prestamos mucha atención”, indicó Anyela, según ella, la inminente separación fue el motivo del presunto homicida para acabar con la vida de la joven que estaba cercana a cumplir 22 años. “La niña se iba a ir a vivir con la mamá, habían buscado una casa para las dos solas y el mismo día que la mató ella se iba a ir”, recordó la tía de la víctima.
Las sospechas de que algo no estaba bien iniciaron el jueves 4 de abril en la noche, cuando Catalina no se acercó a la casa de su mamá para saludarla.
“Mi hermana le escribió para saber cómo estaba y preguntarle por qué no había arrimado, y, supuestamente le respondió que no podía ir porque iba a verse con un muchacho. Ahora pensamos que fue el novio porque ella no tenía muchos amigos”, indicó Anyela.
Para el viernes, lo que comenzó como un presentimiento se tornó en una pesadilla que no tiene fin. La prima de Catalina sostuvo que cuando la joven no se presentó a trabajar a las 7:00 a.m., las alarmas se encendieron.
“La mamá fue a tocarle la puerta, pero no abrió, entonces fue a llamarnos a todos en la familia. Su hermano, que tiene 18 años, se fue a hablar con la dueña de la casa, que vive en el primer piso, para que abriera y lo primero que se encontró fue a la niña destrozada”, explicó la prima de la víctima.
En la casa solo estaban los dos perros de la pareja y el cuerpo sin vida de la auxiliar en veterinaria. Los gritos de dolor alertaron a los vecinos y demás familiares, quienes llamaron a la Policía para acudiera al lugar.
“Transcurrieron las horas, llegaron todos los familiares y luego fue que apareció el marido de ella como si nada hubiera pasado. Él llegó con arañones y mi hermano le preguntó por qué, la respuesta fue que había sido un gato, pero ellos solamente tenían dos perros y una tortuga. ¿Qué más prueba que esa de que es el culpable?”, dijo Anyela.
Otra de las pruebas de la presunta responsabilidad del hombre es que, aunque trabaja como vigilante, la noche del crimen no estaba de turno, por lo que debió estar en casa.
Tras conocerse el homicidio, la comunidad de Terrón Colorado intentó linchar al presunto homicida, actos que fueron evitados por los uniformados a pesar de que la turba rompió los vidrios de la patrulla y lo golpeó hasta que fue trasladado a una estación policial, aunque fue dejado en libertad horas después.
Asimismo, información reciente que conoció la familia tras el homicidio, fue que la noche del jueves la pareja fue vista en un asadero de pollos y, en ese lugar, el novio de víctima la habría golpeado, por lo que la dueña del establecimiento llamó a la Policía y, supuestamente, los uniformados acudieron al lugar. Sin embargo, no se cuenta con una orden judicial para acceder a las grabaciones de las cámaras de seguridad para confirmar la versión.
Por ello y para pedir justicia a las autoridades, los seres queridos de Catalina realizaron un plantón este miércoles frente a las instalaciones de la Fiscalía solicitando la recaptura del principal sospecho. “Queremos que lo agarren para que pague por lo que hizo, que no salga del país ni de Cali. Él nos marcó la vida, nos mató a la niña, ese fue su primer y único novio. Nos arrebató a la persona que más amábamos, este es un dolor que nunca se va a borrar”, puntualizó Anyela.
Violencia contra la mujer en Cali
- 20 homicidios a mujeres fueron cometidos en el área metropolitana de Cali entre el 1 de enero y el 10 de abril de 2024, seis de ellos feminicidios.
- En el mismo periodo de 2023 se presentaron 23 homicidios, cuatro de ellos feminicidios.
- La patrulla púrpura de la Policía se encarga de prevenir estos casos.