En medio de una lluvia intensa, familiares y amigos de Joel Canaval, quien perdió la vida por una bala perdida, realizaron una velatón en la calle 16 con carrera 87, sur de Cali, lugar donde el pasado 26 de julio una bala impactó en la cabeza del joven de 18 años.
Aproximadamente a las 6:00 de la tarde, en la esquina donde fue asesinado el joven estudiante, se dio inicio a una velatón en la que su familia y amigos más cercanos elevaron una oración por el eterno descanso del estudiante de economía y negocios internacionales en la Universidad Icesi.
Además, aprovecharon para reiterarle el llamado a las autoridades de la ciudad para que las investigaciones se aceleren y permitan obtener los vídeos de las cámaras de vigilancia que hay en la intersección víal de la calle 16 con carrera 85, pues mientras Joel conducía el vehículo de la familia, al parecer hubo un hurto a las personas que se movilizaban en otro automóvil, se presentó un intercambio de disparos y una de las balas impactó a Joel en la cabeza, lo que acabó con su vida de forma inmediata.
El secretario de seguridad y justicia de Cali, Jairo García, ofreció una recompensa de hasta $50 millones por información que permita esclarecer este caso y dar con el paradero de los homicidas.
Además, manifestaron que también buscarán que la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, ofrezca una recompensa a nivel departamental con el fin de dar con el paradero de quienes accionaron el arma que acabó con los sueños del joven estudiante.
El doloroso relato del padre de Joel Canaval, el estudiante que murió por el impacto de una bala perdida
Don Jhon Canaval durante la última semana se ha dedicado a recorrer las vías aledañas a la intersección de la calle 16 con carrera 87, en el sur de Cali, todo con el objetivo de recaudar videos y pruebas que permitan determinar quién disparó el arma que acabó con la vida de su hijo Joel, de solo 18 años y quien el próximo lunes iba a ingresar a estudiar tercer semestre de economía y negocios internacionales en la Universidad Icesi.
Los hechos ocurrieron el viernes 26 de julio, aproximadamente a las 6:45 de la tarde cuando don Jhon venía junto con sus dos hijos, un amigo de ellos y un profesor de fútbol en su vehículo.
Este es el relato del papá que, en medio del llanto y la impotencia, tuvo valor para contar la historia y pedirle a las autoridades que se haga justicia.
“Nosotros veníamos en el carro y habíamos salido del entreno de mi hijo menor (16 años). Joel estaba conduciendo y yo iba de copiloto porque estoy operado de la rodilla. En la parte de atrás iba mi hijo menor, en la mitad un amigo de ellos y al lado derecho el profesor de fútbol”, indicó don Jhon.
Cuenta que pasaron por el Centro Comercial Jardín Plaza sin problema, pero justo después de dejar en su casa al profesor de fútbol, en la calle 16 con carrera 87, escucharon dos disparos a lo lejos. Sin embargo, unos instantes después una motocicleta pasó a toda velocidad por el lado de ellos y otra se estacionó justo frente su vehículo, que se encontraba detenido por el alto tráfico que hay a esa hora y por el semáforo que hay en el lugar.
“Cuando la motocicleta se hace frente a nuestro carro escuchamos tres disparos muy cerca, por lo que les dije a todos que se agacharan. En ese momento mi hijo menor me dijo que estaba sangrando, por lo que me tiro hacia donde él para ver en dónde tenía la herida, le levanté la camisa y no le vi nada. Pero cuando regreso a mi silla y veo a Joel, lo observo con los ojos cerrados en su silla frente al timón. La bala lo había impactado en la parte de atrás de la cabeza”, recordó el hombre.
La bala ingresó por la puerta de atrás, impactó al hijo menor de don Jhon en el dedo pulgar y en el índice de la mano izquierda, siguió e impactó a Joel en la cabeza. “Hubiese podido perder a mis dos hijos en el mismo día. Eso no es justo”.
“Cuando eso ocurrió me bajé del carro desesperado, intenté mover a Joel de la silla del conductor para hacerme yo en ese lugar, manejar y llevarlo hasta una clínica. Sin embargo, justo en ese momento en el lugar había una ambulancia y, no recuerdo cómo saqué a mi hijo, lo montamos a la ambulancia y lo llevamos a la clínica Valle del Lili. Allí lo estabilizaron y todo, pero la herida fue mortal. Mi hijo falleció”, relató en medio del llanto don Jhon.
Luego de un suspiro que le permitió tomar algo de fuerzas siguió: “Yo lo que estoy haciendo ahora es un llamado a las personas que residen en el sector y que tienen cámaras para que las miren y, si allí quedó algo grabado, puedan aportar algo de información porque esto no puede seguir pasando. Mi hijo era un niño bueno, estudioso, deportista y entraba el lunes a estudiar tercer semestre de economía y negocios internacionales en la Universidad Icesi. Tenía toda su vida por delante porque apenas acababa de cumplir 18 años en mayo pasado”.