Comunidades indígenas y campesinas están en medio de los combates que se registran en diferentes puntos del norte del departamento del Cauca, entre el Ejército Nacional y el frente disidente Dagoberto Ramos de las Farc.
Una de estas confrontaciones se presenta en el sector del Resguardo de Canoas, en la zona rural del municipio de Santander de Quilichao, cuando en la mañana de este martes, 24 de septiembre, los soldados lograron interceptar a disidentes de las Farc que se movilizaban por esta parte del departamento.
A raíz de esto se formaron violentos choques armados en medio de las viviendas y lugares comunitarios de la zona, causando mucho temor entre la población civil, como se evidencia en un vídeo compartido den las redes sociales.
“Bastante tensa la situación, y como comercializo leche por las veredas de la zona todas las mañanas, pues quedé en el fuego cruzado, me tocó resguardarme como una especie de salón comunal hasta que ya me percaté que podía salir hasta un sitio más transitado y seguro”, relató un comerciante de este municipio.
Estas situaciones, agrega el este repartidor de leche y líderes indígenas de la zona, comenzaron desde la tarde de este lunes 23 de septiembre cuando a la zona arribaron varias unidades militares.
“Esos combates son en Santa Isabel, El Carmén, Vilachí, donde la tropa de se les metió a los guerrilleros, y como desde este lunes estaban enfrentados, entonces hoy, en la mañana, nos tocó volver a vivir esa zozobra de las balaceras, más cuando se presentan entre las casas, las fincas, donde la gente debe esconderse como puede para no terminar impactado por una bala perdida”, agrega el comerciante.
Otra de estas delicadas situaciones se registró en la vereda El Porvenir, en la zona rural de Caloto, donde un explosivo cayó en una vivienda, causando lesiones auditivas a los integrantes de una familia.
De acuerdo con la información aportada por el Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la Acín, los graves hechos se presentan desde ayer lunes en el territorio indígena de Huellas, zona rural de este municipio nortecaucano.
“Desde las 4:00 p. m. de ese día, se presentan intensos combates entre el Ejército Nacional y el Frente Dagoberto Ramos en la vereda El Porvenir, zona 3 del resguardo de Huellas. Durante los enfrentamientos, que incluyeron el uso de ráfagas de fusil y explosivos, un artefacto conocido como ‘tatuco’ cayó a solo diez metros de una vivienda donde se encontraban dos niños, de 2 y 5 años, junto a su madre”, informaron desde dicha organización comunera.
Los representantes indígenas agregaron que la explosión causó aturdimiento en los ocupantes de la vivienda y provocó graves daños en esta última, como la rotura de los vidrios y perforaciones en el techo a causa de las esquirlas.
“Ante el riesgo inminente, la familia tuvo que abandonar el lugar en busca de refugio mientras los combates continuaban. Este incidente representa una grave violación al Derecho Internacional Humanitario, al tratarse de un ataque contra la población civil y sus bienes”, agregaron los integrantes esa organización de la Acín.
Por eso reiteraron que el uso de explosivos no convencionales en zonas habitadas “pone en riesgo directo la vida de los residentes, especialmente de menores de edad que se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad”.
Estas confrontaciones se intensificaron en los últimos días, a raíz de los operativos judiciales que adelantan la Fiscalía y la Policía en la zona, dando así con la captura de varios milicianos y cabecillas, como la aprehensión de alias Jhon Maro, quien era el encargado del control militar de municipios como Santander de Quilichao, Corinto, Toribío, Miranda, entre otros.