Ni el Covid, ni la ley seca, ni el toque de queda fueron suficientes para lograr que después de muchos años la capital del Valle del Cauca por fin tuviera un Día de la Madre con cero violencia.

Pese a las restricciones, entre el viernes y la noche del domingo se registraron 11 homicidios en la ciudad, se impusieron 762 comparendos por comportamientos contrarios a la sana convivencia y la Policía debió intervenir en 608 rumbas que afectaban la tranquilidad de los vecinos.

De acuerdo con en el balance que entregó el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Manuel Vásquez, durante el fin de semana del Día de la Madre “se registraron 7000 requerimientos ciudadanos a la línea de emergencia de la Policía. De estos 850 estuvieron relacionados con riñas y 150 con violencia intrafamiliar”.

Solo el día domingo hubo 7 homicidios y 14 personas más resultaron heridas. “A partir de la respuesta oportuna por parte de las patrullas de vigilancia logramos un decremento del 70% en hechos de lesionados con 42 casos menos y así mismo, el 63% de disminución en homicidios, con 10 casos menos”, dijo el Oficial.

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Estas cifras, de acuerdo con Adalberto Sánchez, director del Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de Violencia y Promoción de la Convivencia Social, Cisalva, confirman que hay ciertas zonas en las que aplicar ese tipo de restricciones no es efectivo y son áreas que siempre han marcado como puntos calientes de inseguridad y violencia.

“Esto significa que pese a las restricciones y normas, hay zonas geográficas de la ciudad donde ese control no se puede ejercer completamente por parte de las autoridades. Eso implica que hay que pensar en unas estrategias de intervención y de pedagogía para tratar de cambiar esa dinámica que se ve en esos espacios territoriales”, indicó Sánchez.

Considera el Director de Cisalva que “como ciudadanía nos falta un poquito más de compromiso. Ese respeto y esa convicción de que la vida es primordial todavía, como conglomerado social, nos falta más ese empoderamiento y esa necesidad de respeto a la vida y de utilizar herramientas para la solución de conflictos que no impliquen violencia”.

Casa Matria atendió 16 llamadas por violencia de género el fin de semana. Subsecretaría de Género recalcó las líneas para la atención día 350 8032031 y la atención 24 horas 310 5162760.

Preocupación desde el Concejo

A pesar de la reducción de homicidios y hechos violentos, que fue resaltada por el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Alberto Rojas, desde el Concejo hubo varias voces que expresaron su preocupación por lo sucedido.

Ante la cifra de 11 homicidios registrados el fin de semana, empezando el día viernes con ley seca y toque de queda para los caleños, varios concejales pidieron extremar las medidas de control para minimizar el accionar, ante todo, de las bandas criminales que operan en la ciudad.

Entre ellos el concejal Milton Castrillón, quien pidió mayor acción por parte de la Policía Metropolitana de Cali. “Es necesario que la Policía salga de cuarentena y así como lo hacen médicos y enfermeras del sector salud patrullen el Distrito Especial y atiendan los casos que les corresponde”, dijo Castrillón.

“El viernes se registraron 3 homicidios, el sábado 1 y el domingo 7”, aseguró el concejal Castrillón, quien consideró que si el problema en la ciudad es de falta de pie de fuerza en la Policía, se debe buscar el apoyo del Ejército Nacional.

“No estoy diciendo que se militarice Cali, estoy proponiendo acciones conjuntas del Ministerio de Defensa, con el Alcalde y el Secretario de Seguridad y Justicia, de lo contrario podemos declarar ley seca, toque de queda y otras medidas, pero no obtendremos resultados favorables y la seguridad debe ser una prioridad porque Cali no puede quedar a merced de los bandidos en época de pandemia”.

Sobre ese aspecto el Director de Cisalva dijo que “la militarización no es una medida efectiva para el control del orden público. El Ejército tiene una función clara en la Constitución y no tiene la capacitación para el control de lo urbano como sí la tiene la fuerza policial, que cuenta con las herramientas para entender la dinámica del comportamiento en las urbes. Sin embargo sí puede ser un apoyo dentro del límite geográfico municipal, pero no en la zona urbana ”.

A su turno el concejal Carlos Pinilla Malo, advirtió que el problema de Cali en materia de seguridad está relacionado con las empresas del microtráfico y que está asociado a los préstamos ‘gota a gota’.
Pidió, por esta razón, que se analicen los casos de violencia que se registran en cuarentena para adoptar medidas más efectivas.


“Seguramente superada la emergencia sanitaria, tendremos aumento en los homicidios por diversas causas, entre ellos ajuste de cuentas e intolerancia”, dijo Pinilla.

La también concejal Ana Leidy Erazo, del Polo Democrático, agregó que 11 homicidios demandan mayores acciones de la Policía y la Administración, “porque hay un caso de feminicidio entre las víctimas por intolerancia y consumo de licor”.

Finalmente, y ante el elevado número de fiestas en las que fue necesaria la intervención de las autoridades policiales para suspenderlas y hacer cumplir la norma, el concejal Harvy Mosquera, señaló que “esto lo que prueba es que no necesitamos de más medidas, sino de autoridad, que no se ve en las calles salvo algunos retenes específicos”.

Sobre homicidios

Los homicidios se dieron en los barrios Líderes, Decepaz, Los Lagos, Brisas del Guavito y Alto Nápoles.

Entre ellos hubo un feminicidio en la Calle 69 con Carrera 5, donde le fueron propinadas heridas con arma de fuego a una mujer de 21 años.

Este fin de semana se recibieron 16 llamadas en Casa Matria de mujeres que fueron violentadas y decidieron pedir ayuda.