La periodista se encuentra bien de salud y dijo que nunca tuvo miedo. Le cuestionó a la guerrilla que no le permitiera visibilizar los problemas en el Catatumbo.

Minutos después de ser liberada, la periodista colombo-española Salud Hernández habló con varios medios de comunicación y calificó su secuestro como "la cosa más estúpida y absurda que hay".

"Yo no le veo justificación nada. No hay justificación para un secuestro, es un delito que se debería erradicar de la faz de la tierra. No hay nada limpio, nada claro, no hay justificación para un secuestro. Yo he estado muy tranquila porque he cubierto conflicto muchos años, pero mi mamá tiene 85 años y ha estado angustiada, ¿qué necesidad hay de angustiar a mi mamá, a las familias de estos reporteros?", dijo la comunicadora.

Con esto, la periodista descartó que estuviera haciendo un trabajo periodístico voluntario con la guerrilla del ELN y enfatizó en que no se prestaría para un show mediático que pueda poner a sufrir a su familia.  

Salud Hernández dijo que su liberación se logró por la mediación de la Defensoría del Pueblo de Norte de Santander y la Iglesia Católica de esa región, luego de permanecer en poder del grupo subversivo desde el pasado sábado.

Hernández-Mora señaló que la guerrilla del ELN la retuvo contra su voluntad, después de haber llegado a la zona para realizar un trabajo sobre los cultivos ilícitos y su erradicación. Sin embargo, luego fue despojada de su equipo y retenida por los guerrilleros. 

Indicó que se sintió engañada, pues había pensado que iba a trabajar, pero estando en el municipio de El Tarra, Norte de Santander, le quitaron el equipo periodístico y al día siguiente le dijeron que debía abordar una moto. Luego la secuestraron.  

“Yo me había quedado pensando que iba a trabajar y pensé que me lo devolvían y conversábamos, pero la sorpresa fue que me quitaron lo mío, me pusieron la ropa y me dijeron ahora se queda con nosotros unos días”, reveló la comunicadora. 

La periodista contó que en el momento de su liberación, el ELN le entregó una misiva para que leyera antes de ser recibida por la comisión de la Iglesia Católica en el municipio de Ocaña, explicando los motivos de su secuestro. Sin embargo, la periodista se negó a leerla. Salud Hernández resaltó que se sintió "como una idiota confiándome en ellos y ellos han cometido un error enorme, porque secuestrar un periodista no les conduce a nada y es un error tremendo".  

"Yo les dije a los del ELN: es absurdo que ustedes obstaculicen el trabajo de los reporteros. El Catatumbo se merece que los medios podamos llegar a todas estas zonas para reportar todos los problemas que hay. Ustedes no son los únicos protagonistas de estas regiones, también hay otras cuestiones. Déjenos trabajar en paz", agregó.

Hernández-Mora aseguró que si bien nunca sintió miedo durante los seis días que estuvo secuestrada, “sí hubo momentos difíciles, especialmente cuando se escuchaban los helicópteros o cuando se escuchaban ráfagas de fusil” de las Fuerzas Armadas que intentaban localizarla.

La comunicadora también relató que todo el día estuvo vigilada por unos guerrilleros y que si su memoria no le falla fue secuestrada por el frente Manuel Vásquez.

"Todo el día me vigilaban ocho guerrilleros y yo les decía: miren vigilénme en el día porque yo me escapo, pero en la noche no porque no tengo sentido de orientación, pueden irse a dormir todos", dijo Hernández, quien agregó que desde el primer momento le quitaron el cuaderno y allí escribía todo. Por eso no recuerda los alias de los que la secuestraron. 

Frente al proceso de paz, Salud Hernández dijo que ella ha sido siempre muy crítica en la manera en qué está negociando el Gobierno. "Yo no cambio en una semana, soy muy mayor para cambiar, yo cambio con argumentos interesantes, porque no tengo una verdad absoluta, pero con el secuestro no cambio de opinión". 

De otro lado, Salud Hernández se mostró disgustada con el tratamiento que las autoridades colombianas le dieron a su “secuestro”, pues lo calificaron como una “desaparición”.

"Quiero hablar con la Flip porque escuché en la emisora del Ejército que no sabían si estaba secuestrada o haciendo mi trabajo. ¡Por Dios! Si estoy haciendo mi trabajo no vengan a rescatarme, porque lo único que van a hacer es envainarme. Y ¿Cómo así que no sabemos? yo prefiero que esperen unos días, es mi trabajo", dijo.

Hernández también agradeció al Ejército y a la Policía por su esfuerzo para su liberación.

"Muchos soldados se la han jugado, me da pena que una persona pueda resultar herida o muerta por intentar liberarlo a uno. Si yo hubiera tenido un teléfono les digo: no lo intenten", añadió.

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