Abusos sexuales, malos tratos y hasta golpes, recibían las mujeres víctimas de una red de trata conformada por uniformados de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
Los uniformados enviaban a Francia mujeres y cobraban 8 millones de pesos por cada una de ellas.
En una entrevista a Semana, Alejandra Ramírez, una de las víctimas, relató a las autoridades francesas que creyó en estos funcionarios porque portaban el uniforme de la Policía y pensó que “eran buenas personas”. La joven fue rescatada en Marsella donde era obligada a ejercer la prostitución.
La mujer fue reclutada por el intendente Carlos Augusto Fernández, en Medellín, quien le ofreció un trabajo como modelo webcam en territorio europeo, pero también le dijo que debía tener relaciones sexuales con los clientes.
Le dijeron que ganaría unos 30 millones de pesos al mes. Fue dejada ante un francés conocido como León.
“Yo era la modelo de León, su única herramienta de trabajo. León nunca me pidió consentimiento, nunca me dijo que yo sería la reina del anal. Tuve servicios con un cliente orinando en su cara”, relató la víctima.
Entre tanto, otra de las víctimas de esta tenebrosa red fue Sara López, quien cayó en manos de Jorge Restrepo, un oficial de operaciones aéreas que se unió a la Policía en 2014 y en 2022 se retiró para estar al frente del ‘negocio’.
El hombre usaba el mismo modus operandi de León, publicaba fotos de López en internet junto a dos tarifas: 100 euros por 30 minutos y 160 euros por una hora.
Asimismo, cayeron otras mujeres como Alexandra Caicedo, quien agregó en el expediente que él (Restrepo) se encargaba de la seguridad de las mujeres cuando estaban con los clientes. “Hace cuatro semanas vino un cliente, me golpeó y me robó, me tiró gas lacrimógeno” contó la mujer.
Ella habría sido reclutada por el subintendente en retiro Álvaro Hernández Pérez. Según la Fiscalía, este hombre le habría ofrecido 20 millones de pesos mensuales para un trabajo como acompañante en Paría, pero al llegar allá todo cambió.
“Me decía: ‘Vas a tener que salir a la calle a buscar clientes porque no hay otra opción, tú ya no tienes clientes, no estás bien en el mercado de la página’”, eran algunas de las frases que le mencionaba alias León a Alejandra Ramírez, quien justificaba las violaciones sexuales con la siguiente expresión: “‘Eres puta’, me decía ‘perra’”, dice la joven al citado medio.
Los líderes de la red
El líder de la red sería Georges Kalliterakis, alias León, que tiene reportados cuatro viajes a Colombia entre diciembre de 2018 y abril de 2022, durante los cuales hizo contactos con los miembros de la Policía.
Miguel Romero, quien daba clases de boxeo al francés, reveló a las autoridades: “Me dijo que traía putas de Colombia, Ecuador y México para hacerlas trabajar. Me explicó que los mexicanos no eran tontos y que no aceptaban prostituirse. Él me hizo una propuesta diciéndome que las niñas de Honduras también podrían venir y hacer lo mismo”.
Georges Kalliterakis fue capturado, pero se negó a confesar.
Por su parte, Jorge Restrepo no aguantó la presión y aceptó su participación en esta red de trata de personas.
De igual forma, el intendente Carlos Augusto Fernández, quien aceptó su culpabilidad, recibió una condena de 84 meses de prisión, tras lograr un preacuerdo con la Fiscalía. “Él fue vinculado por haber intermediado en el envío de una ciudadana colombiana que fue a territorio francés y allí fue esclavizada sexualmente”, dijo su abogado, Juan Mario Tobón.
“En Europa la prostitución es mejor pagada, entonces hombres como León viajan a Colombia, van a discotecas donde hay prostitutas, buscan muchachas bonitas y las invitan a venir. El contacto debe buscar chicas y obtener dinero si las encuentra. La chica no paga el boleto, ellos pagan por ella”, afirmó una de las mujeres en este proceso. Hoy, ellas son acompañadas por autoridades y asociaciones francesas.
Entre tanto, ahora esta investigación es adelantada por la Dirección de Investigación Criminal para que lo examine con lupa junto a la Fiscalía, pues no se descarta la participación de más personas en esta red de prostitución y vejámenes contra otras mujeres de Medellín.
*Los nombres de las víctimas fueron cambiados para proteger su integridad.