Suspensión de rutas de buses en algunos sectores del Cauca, aumento del pie de fuerza e incremento de amenazas, hacen parte del panorama que se vive en esta zona del país antes del inicio de las acciones militares anunciadas por el ELN y disidencias de las Farc para este viernes.
Primero fueron los disidencias de las Farc que delinquen en el norte del departamento: Jaime Martínez, Dagoberto Ramos, Jacobo Arenas y el Sexto Frente las que anunciaron la realización de acciones violentas desde este 14 hasta el 17 de febrero.
Luego, los integrantes del ELN también confirmaron el paro armado para la fecha en mención, generando más preocupación entre los caucanos ya que en el departamento están activas militarmente dos de sus estructuras.
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Los anuncios de estos grupos al margen de la ley giran alrededor de la prohibición a los pobladores de circular por las vías principales o corredores de municipios y resguardos, la imposición de una especie de toque de queda y el impedimento del tránsito de vehículo de alta gama.
“Vehículo que se movilice en esta fecha será quemado por nuestras unidades y multado (…) Discotecas, cantinas, tiendas, supermercados, plazas de marcado, galleras, billares tienen que cerrar a partir de las 10:00 p.m., jóvenes y adultos que estén andando a partir de esa hora tienen que cargar documento de identidad y también será sancionados por nuestras unidades”, reza el panfleto que circula desde el pasado domingo entre las cuentas personales de alcaldes en las redes y líderes sociales del norte del Cauca.
Luego de esto, circuló otro panfleto donde amenazaban de muerte a los profesores de Santander de Quilichao que adelantaran actividades sociales con la fuerza pública.
De ahí que alcaldes de municipios como Bueno Aires y Toribío anunciaran que se van a realizar consejos de seguridad con las autoridades regionales para plantear posibles estrategias para afrontar esta situación.
“Preocupante porque sabemos la realidad de nuestros territorios, donde a pesar del esfuerzo por estar en él, hay todavía zonas donde son los grupos armados los que hacen presencia, además, los mismos están en disputa. Por ejemplo, en Buenos Aires está ubicada la entrada a El Naya, donde la guerra por una serie de actividades delincuenciales está generando un ambiente hostil y peligroso para las comunidades”, dice Óscar López, alcalde de Buenos Aires, tras el anuncio de paro armado.
La misma versión la comparte el mandatario de Toribío, Silvio Valencia, quien no oculta su preocupación frente al tema, más cuando en dicha localidad son constantes los homicidios, a pesar de que está militarizado y las comunidades nativas están altamente organizadas.
“Nos preocupa porque no sabemos quiénes están detrás de las amenazas, menos quiénes son los integrantes de las organizaciones armadas que tienen presencia en el territorio, eso es una realidad y como tal vamos a pedir acompañamiento al señor Gobernador para realizar el Consejo de Seguridad y esbozar posibles medidas de contingencia”, agrega el mandatario de Toribío.
Mientras tanto, el secretario de gobierno del Cauca, Luis Cornelio Angulo, rechazó las amenazas de estas organizaciones armadas e invitó a los caucanos a denunciar oportunamente las acciones delictivas en esta zona del país.
“La fuerza pública está en nuestro territorio, ejerciendo un control estricto para contrarrestar los hechos que pongan en riesgo a la población, como gobierno regional seguimos en la postura de aportarle a la paz, de contribuir a las iniciativas que busquen acabar con el conflicto”, enfatiza el funcionario.
En relación con municipios del sur del Cauca, el investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, Juan Manuel Torres Erazo, expresó que en localidades como Argelia sí existe una alta probabilidad que se presenten hechos violentos en el marco de las acciones armadas anunciadas por el ELN.
“Digamos que en este municipio hay dos áreas: una que comprende la cabecera municipal, y la que comprende los corregimientos que van hasta El Plateado. En esta zona la presencia del ELN no es tan marcada como se presenta desde esta última localidad hacia el cañón del Micay y hacia el Pacífico, donde dicha guerrilla es la autoridad absoluta. Entonces es un hecho que se presenten acciones en el paro armado decretado por la organización armada en mención”, expuso Torres.
“El paro armado se va a sentir, eso es un hecho. Si antes de carnavales, a inicios de enero, realizaron un hostigamiento a la fuerza pública en la cabecera municipal e instalaron una bandera alusiva a este grupo armado, eso demuestra que hacen presencia, no solo en Argelia, sino en otros municipios del sur del Cauca como El Patía, Balboa, Mercaderes, entre otros”, puntualiza Juan Manuel Torres Erazo.
En Popayán no hay actividad del ELN. Sin embargo, en municipios cercanos hay injerencia de la compañía Miltón Hernández frente Manuel Vásquez Castaño y frente José María Becerra con injerencia en Paispamba, Sotará; El tambo y Timbío.
Ahora, entonces, queda por esperar qué sucede a parte de mañana en esta zona del país y si las autoridades tienen la capacidad de proteger a las comunidades.
Hechos violentos previos al paro armado
En la vía Corinto-Miranda, el Ejército desactivó un campo minado. En el sector de Gualanday, disidentes de las Farc instalaron cilindros cargados con explosivos, los cuales al parecer serían actividades al paso de los soldados. Tras el hallazgo, los artefactos fueron desactivados.
Una vía del resguardo de Tóez, zona rural de Páez-Belalcázar, fue hurtada una camioneta de la Compañía Energética de Occidente, CEO, por sujetos que se identificaron como disidentes de la columna Móvil Dagoberto Ramos de la Farc.
También en Páez - Belalcázar, un camión tipo turbo, que transportaba motocicletas, terminó incinerado. Luego, en el sector de Mesa de Caloto Huila, salieron unos sujetos armados, quienes detuvieron la marcha del automotor para después destruirlo de esta forma.
En Tacueyó, Toribío, fue asesinado el nativo Amilson Mesa Pilcué, quien fue sacado de un establecimiento de diversión nocturna y luego ultimado con arma de fuego.