La Fundación para la Libertad de Prensa consideró que la preclusión de la investigación contra alias JJ, uno de los involucrados en el ataque perpetrado a la periodista en el año 2000, es un retroceso en la justicia.

La Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, consideró como ´"un retroceso enorme en la búsqueda de justicia" la decisión de la Fiscalía de dar por precluída la investigación contra Alejandro Cárdenas, alias JJ, quien es uno de los involucrados en el ataque perpetrado a la periodista Jineth Bedoya el 24 de mayo de 2000.

Para la entidad, esta decisión "envía un mensaje de permisividad y no castigo frente a las agresiones contra la prensa".

Según la Fiscalía, después de adelantada las pesquisas se corroboró que este sujeto, quien era investigado como coautor de los delitos de secuestro, tortura y violación, no participó en los hechos.

Frente al hecho, la periodista se mostró en desacuerdo a través de su cuenta en Twitter y manifestó su malestar por la decisión. 

La decisión fue enviada al Inpec con una orden de libertad inmediata, que deberá hacerse efectiva en las próximas horas, sí se confirma que el exparamilitar no tiene casos pendientes con la Justicia. 

Cabe recordar que durante una indagatoria rendida en 2012 ante la Fiscalía, confesó su participación en el secuestro y se acogió a la figura de la llamada sentencia anticipada, con el fin de que la condena en su contra fuera rebajada hasta en la mitad gracias a su confesión.

Sin embargo, el exparamilitar nunca dijo las razones del ataque a Bedoya. 

Citada a la trampa

La investigación se remonta al 24 de mayo de 2000, cuando recibió una llamada de alias 'Ramiro', para entrevistar al día siguiente en la Cárcel Nacional Modelo a Jaime Mejía.

Bedoya Lima conocedora de la problemática en ese centro carcelario, sobre la que había publicado varias notas, aceptó el ofrecimiento.

En la tarde del 25 de mayo la periodista se encontraba en la puerta de la Modelo esperando la autorización para ingresar. Entonces fue abordada por una mujer que le preguntó si ella era la periodista e inmediatamente un hombre con una pistola apareció por su otro costado.

La pareja de secuestradores la condujo a una bodega cercana al penal. En aquel lugar fue golpeada, insultada y vejada. Posteriormente, sus plagiarios la amordazaron, la ataron de pies y manos y partieron con ella en una camioneta por la vía a Villavicencio.

Después de unas horas de marcha el automotor se detuvo en una finca y entonces tres hombres la someten a abuso sexual. Luego, el vehículo reanuda la marcha y el conductor recibe por celular la orden perentoria de liberarla de inmediato.

Bedoya Lima es dejada entre las siete y las ocho de la noche en proximidades al Terminal de Transporte de Villavicencio, un taxista la lleva al CAI de Catama y de allí es conducida a la Clínica Nuestra Señora del Pilar de la Policía Nacional, donde comenzó su proceso de recuperación física y emocional. 

De acuerdo con lo recaudado en la investigación, el secuestro lo fraguaron: Manuel Arroyabe y Ángel Gaitán Mahecha, presos en la Modelo, donde estaba en formación el 'Frente Capital Modelo', apoyado por la 'Casa Castaño', e integrado por reclusos del 'Bloque Centauros'.

Mediante el secuestro de Bedoya Lima esos cabecillas pretendían dar un escarmiento a los periodistas judiciales del diario en el que trabajaba Bedoya, quienes en sus escritos se referían a la compleja situación de derechos humanos que se vivía en dicha cárcel.