El jueves pasado en la mañana el grupo de comunicaciones estratégicas de la Policía Metropolitana de Cali recibió una serie de videos en los que se veía como una adulta mayor, en el barrio Meléndez, sur de Cali, era maltratada por un hombre. Las grabaciones habían sido tomadas desde una casa aledaña.
“Cuando llegamos al lugar identificamos que la vivienda se encontraba cerrada, por lo que nos tardamos dos horas en poder ingresar al lugar, solo lo pudimos hacer cuando llegó un familiar de la persona propietaria de la vivienda del segundo piso. Fue por medio de una escalera que pudimos bajar desde el segundo piso hasta el primero y poder ayudar a la adulta mayor de 83 años. Durante las dos horas que estuvimos intentando ingresar a la vivienda, desde una casa aledaña pudimos establecer comunicación con la señora constantemente. Le decíamos que ya estábamos allí, que la íbamos a ayudar y que solo nos encontrábamos esperando que llegara la autorización para ayudarla”, así es como inicia el relato de la capitana Martha Lucía Orejuela.
“Ella en el primer contacto con la Policía, que ocurrió a las 6 de la tarde, solo pedía agua y nos decía que tenía mucha sed porque, al parecer, había estado todo el día encerrada sin alimento y sin agua”, relató la uniformada, y añadió que el primer objetivo era mantenerla siempre despierta porque no sabían cuál era en realidad el estado de salud.
“A la señora la encontramos descalza, se había hecho popó, estaba bastante deshidratada, en alto estado de desnutrición, tenía laceraciones en sus brazos, piernas, hematomas por las piernas y manos. Estaba muy desvanecida porque en el día no había comido nada”, sostuvo Orejuela.
Según le contó a El País la Policía Nacional, semanalmente en Cali se están atendiendo tres casos de maltrato a adultos mayores en la ciudad y la mayoría de ellos ocurren en el oriente de la ciudad.
“En el recorrido a la clínica ella solo nos decía que tenía hambre, mucha sed y su discurso no era fluido porque estaba cansada. Posteriormente, cuando en la clínica logramos conseguirle comida y darle líquido autorizado por los médicos, la mujer ya se encontraba mucho más despierta y continuaba pidiendo agua y le gusta mucho el café. Nos decía que si tenía pan y café, todo iba a estar bien y ella estaba contenta”, recordó la capitana Orejuela, y contó que a través de Acción y Emergencia se pudo conseguirle ropa nueva, una cobija y almohada.
Ahora, a través de la Defensoría del Pueblo, las autoridades están intentando ubicar a la mujer en un hogar permanente donde ella esté bien y no sea maltratada.
“Se está acusando al nieto de maltratarla porque en los videos grabados por la comunidad se evidencia que es un hombre quien ejerce la violencia sobre ella y los vecinos lo identifican como el nieto. Ya se está trabajando para ubicarlo en diferentes partes de la ciudad”, comentó la uniformada, a quién le llamó la atención que una mujer, quien dijo ser la hija de la señora se acercara el jueves en la noche a la clínica donde se encuentra la adulta mayor, pero de un momento a otro se fue del lugar argumentado que mejor la visitaría al día siguiente, “eso me causó mucho asombro”.