Para Dennis Huffington, investigador territorial de la Oficina Pacífico, de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, el proceso de paz que adelanta el gobierno de Gustavo Petro “va por buen camino”.
“Desde Pares, la oficina Pacífico, nosotros estamos muy pendientes y tenemos esa buena sensación. Creemos que va por buen camino todo el tema de la paz, creemos que es el camino, la solución a la guerra son las negociaciones, pero entendiendo que no va a ser un proceso inmediato”, dijo el investigador.
Anotó que cuando el Gobierno anuncia los ceses al fuego unilaterales, esto sirve de mecanismo para que estos grupos también se fortalezcan, sobre todo en lo económico, para que sigan expandiéndose por más territorios.
“Esas son las dificultades u obstáculos, pero creemos que el resultado puede ser positivo, entendiendo que hay una disposición también del Gobierno de negociar con todos los grupos al mismo tiempo, o sea se están haciendo varias mesas, ya entra la de Iván Mordisco, faltaría la de la Segunda Marquetalia, que entre todo el bloque de Gentil Duarte en estas negociaciones y que se pueda pactar una serie de ceses al fuego, por lo menos, entre los mismos grupos, que permitan implementar los alivios humanitarios que vienen anunciando en todos estos territorios del Valle del Cauca”, enfatizó Huffington.
Pero reiteró que de manera inmediata no habrá un cese al fuego, como los mismos grupos lo han dicho, porque por ejemplo, si se pactara con toda la línea del Comando Coordinador de Occidente un cese al fuego, sería contra la Fuerza Pública, pero hay otros grupos que vienen haciendo una arremetida contra ellos y estos enfrentamientos no van a parar de la noche a la mañana.
“Lo que tendría que hacer el Gobierno o intentarlo, es un cese al fuego multilateral entre todos los grupos, que no sea solamente contra la Fuerza Pública o la población civil, sino también entre ellos, porque en últimas cada que hay un enfrentamiento entre dos disidencias o una disidencia contra el ELN, quien queda en medio del fuego es la población civil”, aseguró el investigador.
Por su parte, el politólogo Gustavo Orozco, también opinó sobre cómo impactaría una posible negociación entre las disidencias de las Farc y el Gobierno nacional en el Valle del Cauca, teniendo en cuenta que es uno de los departamentos más afectados por el accionar de estas estructuras ilegales.
“Yo creo que, sin duda alguna, un diálogo tendría una reducción de varios indicadores de violencia, pero que puede ser bastante temporal. Esto dependería también de la seriedad de los mismos, de la intención de estas disidencias de llegar a un acuerdo y de que efectivamente firmen, pero uno no puede cantar victoria temprana por una reducción de delitos, en el marco de un diálogo, hasta que no haya un acuerdo”, enfatizó.
Como se sabe la disidencia Jaime Martínez hace presencia en cuatro municipios del departamento como Jamundí, Buenaventura, Dagua y Restrepo.
Entre tanto, la Adán Izquierdo tiene injerencia en seis o siete municipios como Buga, Tuluá, Andalucía, Sevilla, El Cerrito y hasta Ginebra.
“Obviamente estos grupos controlan lo que pasa en estos territorios, quién sube, quién baja, han vinculado más jóvenes y demás, para fortalecer sus fuentes de financiación que van desde el narcotráfico hasta el pago de extorsiones, además de brindar seguridad”, dijo Orozco.
En ese sentido, el politólogo indicó que, por supuesto, el impacto en la región se va a dar, considerando que estas dos estructuras han crecido mucho, que han hecho acciones, que tienen control sobre grandes extensiones de tierra y que han mantenido vivo este conflicto en Colombia, “entonces cualquier avance hacia la paz es bienvenido, siempre que tengan unas intenciones claras de hacerlo”.
Pero frente a la pregunta sobre por qué han crecido tanto, dice que tendría que ver con el hecho de que aún hay territorios a los que les falta mucha inversión, integrarlos al desarrollo regional porque se han visto relegados, pero que además que son zonas que pueden ser muy importantes en términos de producción de agua y protección ambiental.
No obstante reiteró que desconocen si se va a hacer un diálogo regional que involucre todo el suroccidente; cómo van a involucrar al Pacífico, pero que además se fije una estrategia de seguridad, no solo para la paz total, con el Estado Mayor Central, sino también una estrategia de seguridad que le lleve tranquilidad a las poblaciones y, por supuesto, que el Estado llegue a cumplir con la agenda social que ha estado tan atrasada.