La violencia homicida que enfrenta el centro del Valle del Cauca, se ha desplazado al municipio de Buga, donde en los dos últimos años se ha presentado un incremento en el número de asesinatos selectivos, que en el 2024 dejaron 84 personas muertas, diez más que en el 2023, según señalan las autoridades.

El atentado del 18 de enero en el barrio Alto Bonito disparó las alarmas en la Ciudad Señora, donde hasta el pasado miércoles se habían registrado 13 homicidios. | Foto: Colprensa

El último caso que conmocionó a este municipio, patrimonio cultural y religioso del país, se registró en la noche del pasado 18 de enero, cuando sicarios llegaron hasta el barrio Alto Bonito y dispararon indiscriminadamente contra un grupo de jóvenes quienes, al parecer, se encontraban consumiendo sustancias estupefacientes.

En el ataque, dos de ellos perdieron la vida, uno de los cuales tenía 16 años, y dos más resultaron heridos.

Sin embargo, estos crímenes se han vuelto recurrentes en esta localidad, donde el pasado 9 de noviembre una mujer que se dedicaba a cuidar carros fue hallada sin vida en inmediaciones de la Basílica del Señor de los Milagros.

El recrudecimiento de la violencia en este municipio llevó a la Defensoría del Pueblo a emitir la Alerta Temprana 010 de Inminencia de abril 11 de 2024.

Según indicó el personero municipal, Nicolai Olaya, “aquí lo que se está viviendo es una guerra consecuente de lo que venía pasando en Tuluá y que ahora se ha regado a varios municipios del Valle, incluidos Andalucía, San Pedro y Buga”.

El funcionario atribuyó el aumento de los homicidios al microtráfico. “Según informes de la Policía, se entiende que quiere entrar un nuevo grupo generando una confrontación. Esto es lo está haciendo que el número de muertos se esté incrementando”, sostuvo.

Agregó que hasta el miércoles ya iban trece asesinatos y que teme que la cifra superara la de enero de 2024, cuando se registraron trece en total.

Los grupos en disputa, según afirmó, se han tomado los barrios del norte de la ciudad, zonas de gran vulnerabilidad, como son Torres de Uninorte, Montellano, La Honda, Divino Niño y El Jardín, además de Alto Bonito, en el oriente.

Un grupo de soldados llegó a reforzar la seguridad en el municipio de Buga. | Foto: Ejército Nacional

Pero el negocio del microtráfico también ha cambiado su dinámica, pues ahora no expenden droga en una casa, sino que utilizan a jóvenes, muchos menores de edad, para que la transporten hasta el lugar en el que el ‘cliente’ la solicite.

El personero de Buga explicó que las alertas emitidas por la Defensoría se están cumpliendo. “Es preocupante, porque aquí la inminencia de una masacre está plasmada en esas alertas. Los líderes sociales y algunos presidentes de JAC están amenazados”.

Por su parte, el secretario de Gobierno, James Gómez, destacó la reacción de las autoridades frente a la violencia desatada en el municipio, luego de que el año pasado capturaran a 34 delincuentes, algunos de ellos responsables de varios homicidios.

“Este es un tema de microtráfico; a veces son asesinados por las mismas estructuras a las que pertenecen y lo que hemos visto desde finales del año pasado es que es una guerra entre dos bandas por el control de este negocio ilícito”, indicó Gómez.

Hablan de tres hombres que lideran desde la cárcel una de esas bandas. Son ellos, según el funcionario, alias Monacho, Luis Cuevas y Piña. La otra persona que está en investigación es alias Panelo (en libertad), quien, al parecer, les estaría disputando el territorio, además de que se mueve entre Buga y otros municipios aledaños.

Dijo también que el 90 % de las personas que han perdido la vida en Buga tenían anotaciones judiciales por el delito de tráfico de estupefacientes.

La semana pasada, añadió Gómez, se produjo una importante captura. Se trató de alias El Armero, quien sería la persona encargada de hacerle el mantenimiento a las armas usadas en los ataques sicariales. Solo el año anterior se incautaron 46 armas de fuego en esta población.

Operación Anahí

El pasado miércoles se realizó un consejo de seguridad en Buga, con presencia de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro; la secretaria de Seguridad del Departamento, Ana María Sanclemente, y el comandante (e) de la Policía Valle, coronel Santiago Garavito, además de autoridades locales, para anunciar la Operación Anahí, una estrategia integral con la que se busca contrarrestar el negocio del microtráfico y delitos conexos, como el homicidio y la extorsión.

Sanclemente coincidió en que la presencia en ese municipio de grupos de delincuencia común organizada, que buscan controlar la comercialización del tráfico de estupefacientes, están provocando los enfrentamientos, lo que ha generado el mayor número de homicidios en la jurisdicción.

“Tenemos un grupo que se denomina RQ, que se refiere a un antiguo narcotraficante, Ramón Quintero, y tenemos unos dinamizadores en centros carcelarios que están generando estos episodios”, manifestó la funcionaria.

Gobernadora del Valle anunció Operación ‘Anahí’ contra la delincuencia en Buga. | Foto: El País

Entre tanto, el coronel Garavito precisó que no tienen evidencia de que esta persona, Ramón Quintero, quien está detenido en Estados Unidos y se espera quede en libertad en los próximos meses, esté patrocinando o dando órdenes desde allá.

Ahora, con respecto a la Operación Anahí, Sanclemente explicó que llegarán 80 unidades de apoyo de la Policía Valle, al igual que un grupo de operaciones especiales, Goes, además de tres unidades motorizadas que se movilizarán por los sitios críticos, así como estrategias para intensificar operativos en los horarios y franjas donde más se presentan los homicidios.

Este ejercicio se ha fortalecido con la presencia de 36 soldados para tareas conjuntas, mientras la Fuerza Aérea apoyará con vuelos de reconocimiento que permitan a las autoridades adelantarse a los hechos.

Igualmente, se solicitó a la Fiscalía celeridad tanto en la imputación a los delincuentes, como en los procedimientos de registro y allanamientos realizados en el municipio.

Adicionalmente, se creó un fondo de recompensa de hasta $100 millones para el cartel de los más buscados, dinamizadores de la violencia.

Desde la Alcaldía de Buga también han sumado esfuerzos a esta iniciativa con medidas como el toque de queda para menores y la prohibición del parrillero hombre, al igual que operativos nocturnos en establecimientos comerciales para controlar la presencia de menores, mientras que la Gobernación del Valle anunció 32 cámaras con reconocimiento facial y de placas.

Se espera que con estas acciones se logre impactar el tráfico de estupefacientes a menor escala y así disminuir los homicidios en la Ciudad Señora.

Un experto en seguridad, sostuvo que “hay cuatro grupos que se disputan elncontrol de la zona urbana, pero todos ellos tienen una relacion directa con organizaciones mas grandes. El error de las autoridades es mirarlas individualemte como grupos aislados”.

Bandas de delincuencia común organizada son las que se disputan el tema del microtráfico en Buga.

Añadió que “en Guadalajara de Buga y sus alrededores, las fuerzas del orden enfrentan el desafío de combatir diversas estructuras criminales que operan con sofisticación en actividades ilícitas como sicariato, microtráfico, extorsión, hurto y tráfico de armas”.

A pesar de los logros en operaciones tácticas y la desarticulación de bandas como Los Visitors, en 2021, y la captura de cabecillas de Los Chingas en 2018 y 2022, “aún persisten amenazas significativas. Por ejemplo, Los Flacos, considerados un riesgo estratégico, mantienen operaciones en Cartago y Buga relacionadas con homicidios y tráfico de armas”, indicó.