Las lesiones personales en Cali siguen golpeando duro los indicadores de las autoridades que han visto una disminución de delitos de alto impacto como el hurto y el homicidio, mientras los problemas de convivencia siguen al alza.
Según la Secretaría de Seguridad, de enero a junio de este año se han presentado 2383 denuncias. El rango de edad en que más se presenta este fenómeno es entre los 30 y 34 años con 409 casos y entre 18 y 24, con 383 casos (estas últimas cifras son de enero a mayo).
Sin embargo, la Policía Metropolitana de Cali reportó 2.585, 508 casos más que para el mismo período en el 2023 cuando se conocieron 2077 denuncias, para un incremento del 24%.
El secretario de Seguridad, Jairo García, dijo que los sectores donde más se presentan estos hechos de convivencia son la Comuna 15, El Vallado, Comuna 21, Comuna 14 Comuna 13 Diamante y Comuna 17 Limonar.
Agregó que los detonantes son, entre otros, una mala práctica de resolver los problemas de convivencia, la intolerancia, el consumo no responsable de licor y el mal manejo de las emociones.
Por eso, para prevenir y contrarrestar este delito, la Alcaldía viene desarrollando dos acciones. “Primero, un despliegue de ferias de servicios en el espacio público e interviniendo aquellos sectores con altos niveles de conflictividad”.
Esta acción, expresó García, implica trasladar los servicios de las Casas de Justicia a los barrios, donde se prestan los servicios de mediación de esos conflictos de convivencia, como deudas por arriendos, problemas entre vecinos, o acuerdos de cuota alimentaria para los casos de parejas separadas con hijos.
“Son estos tipos de conflictos del día a día, los que solucionándolos a tiempo evitamos que escalen a hechos más graves como riñas o lesiones personales”, precisó.
Adicionalmente, trabajan con diferentes poblaciones como jóvenes para promover la adopción de estos mecanismos y sean gestores de reconciliación y de convivencia en la ciudad.
Al mismo tiempo, adelantan controles por medio de Inspección, Vigilancia y Control a establecimientos de venta y consumo de licor. “Seguimos trabajando con los gremios para que podamos tener acciones que permitan reducir las lesiones personales en la ciudad”.
“La invitación a los caleños es a tener un ejercicio de diálogo, que por supuesto no termine en un hecho lamentable y recordar que una lesión personal tiene connotaciones penales”.
Por su parte, el mayor Ricardo Arias, Jefe del grupo de Policía Comunitaria de la Policía Metropolitana de Cali, reconoció que lamentablemente este delito continúa en rojo por “la intolerancia social que hay en la ciudad”.
“Creamos dos salas de mediación policial y a través de diferentes campañas estamos invitando a la comunidad a que los problemas que afectan la convivencia en la ciudad sean resueltos por medio de la mediación policial, dándole aplicación al artículo 154 del Código de Convivencia Ciudadana”, indicó el oficial.
Dinamizadores de violencia
Para Felipe Fernández, consultor en política criminal, esta situación obedece a varios factores relacionados con dinamizadores de este tipo de violencia, como es la violencia intrafamiliar, pero también al consumo de sustancias psicoactivas y de licor los fines de semana cuando hay una mayor victimización.
De otro lado, el analista de seguridad y defensa WAVG, dijo que hay una correlación con el horario nocturno. “Más horas de apertura permiten un mayor consumo de alcohol, lo que puede aumentar la agresión. Las lesiones personales son más probables durante las horas nocturnas debido a la fatiga y la disminución de habilidades de toma de decisiones. Además, los bares, con música alta y espacios abarrotados, pueden generar conflictos”, enfatizó.
Mónica Castillo, investigadora de la Fundación Pares, aclaró que este fenómeno obedecería a unos nuevos patrones de violencia, que no tienen que ver con una disminución de la dinámica violenta, sino con una transformación de los repertorios de acción. “La violencia se mantiene porque las lesiones personales son violencia también; algunos delitos como el homicidio que en teoría se dicen que están bajando, no es que estén bajando sino que se atenta de una manera distinta hacia las víctimas siempre con la intención de hacer daño”.
Citó el caso de Buenaventura donde ha bajado el número de homicidios, pero ha aumentado la cifra de personas desaparecidas.
Carlos Soler, exsecretario de Seguridad de Cali, afirmó que las cifras de lesiones personales han estado altas en los últimos 6 o 7 años, pero reconoció que existe un subregistro.
¿Por qué han venido en aumento? Según explicó, porque la cultura caleña, un poco traída del Pacífico, del Cauca, Nariño, la costa nariñense e, incluso del Chocó, hace que las personas reaccionen ante una provocación y se defiendan con armas contundentes y en muchos casos con machetes y golpes. “Esta manera de solucionar el conflicto hace que se disparen las lesiones personales. Para transformar esta realidad hay que trabajar en el tema cultural y en la educación”, insistió.
Héctor Herrera, también experto en seguridad, coincidió que las lesiones personales tienen su origen en el día a día: peleas entre vecinos por las basuras, el ruido, las heces de las mascotas y demás.
Capacitación a líderes
El mayor Ricardo Arias, jefe del grupo de Policía Comunitaria de la Policía Metropolitana de Cali, informó que se han creado Escuelas para la Convivencia con los presidentes de la JAC y líderes comunales, en las cuales se busca capacitarlos para que sean multiplicadores de esas buenas prácticas, resolución de conflictos, prevención de delitos y comportamientos contrarios a la convivencia.
Dichas capacitaciones están acompañadas de toda la oferta institucional, donde hay personal de la Sijín, Gaula y Policía Ambiental, con el fin de fortalecer e incentivar el diálogo y evitar que los roces sociales sean abordados mediante el conflicto y las lesiones. Ya se han capacitado a 100 grupos en la ciudad.