En 2022, la ciudad cerró el año con 982 homicidios, una cifra que llevó a la Secretaría de Seguridad a fijarse una meta más que ambiciosa para 2023: terminar con 800 asesinatos.
Sin embargo, las cuentas parece que no le van a alcanzar porque del 1 de enero hasta el pasado jueves 7 de septiembre se habían registrado 702 homicidios, 33 casos más (+4,9 %) en comparación con el mismo período de 2022 cuando se presentaron 669.
Este consolidado no resulta extraño, sin embargo, algunos expertos en seguridad coinciden en que esto era lo que se tenía antes en Cali y, por lo tanto, se estaría volviendo al comportamiento regular de la ciudad en materia de homicidios.
En este sentido, Felipe Botero, líder de programas para Colombia de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Trasnacional, explicó que Cali viene desde hace muchos años con una tendencia a la baja en su tasa de homicidios y en la cifra global de este delito.
Situación que se acrecentó en el 2020 por el Covid -19 y las medidas de confinamiento, aunque luego vino un pico en el 2021 estrechamente ligado al estallido social que concentró a la Policía en las manifestaciones y dejó a sus anchas a la delincuencia en barrios y comunas.
Ahora, si bien el 2022 cerró con unas cifras muy buenas, Botero advierte que “se debe tener claridad de que la tendencia que se viene dando es un comportamiento que se está ajustando después del bajón del 2020 y el pico de 2021, entonces se está volviendo a unas cifras de homicidios que corresponden más a las tendencias históricas de la ciudad”.
Curiosamente, recalcó, hay dos picos de homicidios en los últimos diez años que coinciden con las administraciones de Jorge Iván Ospina, esto se podría explicar “en que hubo una ruptura al interior de la administración entre el mundo de la prevención y el mundo de la seguridad, porque desde y posterior a la pandemia, se dejaron los esfuerzos decididos en materia de prevención”.
Entre tanto, Álvaro José Pretel, investigador de temas de seguridad y defensa, sostuvo que en Cali el fenómeno del homicidio es multicausal y se da por crimen organizado, temas de convivencia, venganzas y violencia intrafamiliar, entre otros.
No obstante, dijo que hay un factor principal que es todo el tema de crimen organizado y finanzas criminales, pero además, todo lo que hay detrás de este negocio. “Cuando hablo de eso hago referencia a la venta de drogas en los barrios, cobro de extorsiones y por seguridad”, indicó el asesor y consultor.
“Se debe ir tras el hormiguero, no por la hormiga, de lo contrario, simplemente seguirán mutando. Prueba de esto son Los Tura, que los han capturado unas 16 veces y lo que hacen es cambiar de nombre”, aseveró.
Entre tanto, Isaac Morales, coordinador de Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, anotó que el comportamiento en materia de homicidios durante el primer semestre fue casi igual al primer semestre de 2022 con un número cercano a los 507 casos, pero sin contar lo que pasa en el área metropolitana.
“Esto tiene que ver con el boom o la explosión de nuevos actores delincuenciales de distintos tipos de nivel de alcance. Algunos hablan del Clan del Golfo y las disidencias de las Farc, pero muy poco se habla de las estructuras delincuenciales más pequeñas que tienen esa influencia en lo microterritorial, en el barrio, la comuna, que controlan diversas formas del delito relacionadas con economías ilícitas que no solo es narcotráfico, sino que van asociadas a la extorsión, el hurto, el robo de partes de autos, celulares y demás”, manifestó Morales.
Expresó que entre esas organizaciones pequeñas suelen haber disputas por el control territorial que se reflejan en homicidios selectivos o en ajustes de cuentas y estas disputas dan como resultado unas cifras de homicidios altas. En Cali se dice que hay unas 120 organizaciones pequeñas o de mediano alcance, pero la Fundación Pares tiene identificadas unas 60.
Adicionalmente, hay una dinámica de conflictos entre pares, vecinos y familiares, sumada a violencia intrafamiliar y de género que termina consumándose en un homicidio.
Alberto Sánchez, experto en seguridad, aseguró que en el largo plazo, en los últimos años, Cali ha tenido unos avances importantes en cuanto a la reducción de los homicidios, pese al entorno regional tan complicado.
Sin embargo, enfatizó que en el corto plazo es muy difícil cumplir la meta de los 800 asesinatos, aunque en solo 24 meses, años 2021 y 2022, la ciudad registró el pico más alto de homicidios en los últimos seis años (2021) e inmediatamente después, en el 2022, los indicadores más bajos en los últimos diez años. “Yo creo que la ciudad no ha entendido muy bien qué pasó entre el 2021 y el 2022 y esto los llevó a ponerse una meta que no era realista frente a lo que venía siendo la reducción año tras año del homicidio en Cali, que puede estar entre 65 o 70 homicidios, una reducción gradual buena, pero no una meta de 800, que si bien éticamente tiene mucho sentido, no era posible de cumplir”.
Según Sánchez, factores como el cambio de Gobierno, poner una meta que no era realista y los inmensos problemas en materia de convivencia y orden que tiene Cali, ha hecho difícil sostener el resultado del año pasado.
Más de 1000 homicidios
El coronel (R) Carlos Soler, asesor en seguridad, dijo que además de la violencia criminal que vive la ciudad se deben agregar los desplazamientos masivos por cuenta de los enfrentamientos de los grupos armados ilegales que aumentan los cinturones de miseria y generan una economía del rebusque que, además, dispara los hurtos y las venganzas.
“Por diferentes factores, Cali tiene un número elevado de homicidios que va a superar los mil asesinatos. Se requiere mayor presencia de la autoridad en barrios y comunas, aunque también existe una esperanza como es la negociación con pandillas en el marco de la paz total”, indicó Soler.
Por otra parte, Isaac Morales señaló que con la tendencia como está y lo que muestran los datos, “yo creo que va a ser el mismo comportamiento del año pasado con no más de 1000 casos o rondando los 1000 o 1200 casos”.
Para Felipe Botero, si la tendencia sigue como va hasta ahora, posiblemente cerraremos sobre los mil o un poco por encima, que es un poco el número que veníamos antes de dos años atípicos como son 2020 y 2021, por pandemia y estallido social. “No veo tan claro como sería, a menos que haya acciones concretas de parte de la administración por enfocar el homicidio como una de sus prioridades este último trimestre”, puntualizó.