El caso de Omar Ambuila, exfuncionario de la Dian, ha dado un nuevo giro con su reciente aceptación de cargos en una Corte de Tampa, Estados Unidos. El hombre que durante años manejó el control de carga en el puerto de Buenaventura enfrenta graves acusaciones por lavado de activos y vínculos con redes de contrabando y narcotráfico. Su caída comenzó en 2017, cuando su hija, Jenny Lizeth Ambuila, publicó en redes sociales fotos de su lujoso estilo de vida, incluyendo un Lamborghini Huracán Spider rojo y una camioneta Porsche Cayenne blanca.

Semana reveló detalles de este complejo caso que conmocionó al país.

El caso de Omar Ambuila, exfuncionario de la Dian, ha dado un giro con su reciente aceptación de cargos en una Corte de Tampa, Estados Unidos. | Foto: si

Una investigación que cruzó fronteras

Las imágenes llamaron la atención de las autoridades fiscales de Colombia y Estados Unidos, quienes se preguntaban cómo una joven de 26 años podía permitirse vehículos valuados en casi 500.000 dólares sin un ingreso justificable. La respuesta estaba en su padre, quien presuntamente usó su cargo en la Dian para facilitar el paso de mercancía ilegal en el puerto, a cambio de millonarias sumas de dinero.

Las investigaciones revelaron que Ambuila no solo trabajaba con contrabandistas y narcotraficantes, sino que también habría comprado el silencio de al menos una decena de agentes e informantes de la DEA. Según el indictment, estos colaboradores detenidos usaron sus cuentas bancarias para mover aproximadamente un millón de dólares en ganancias ilícitas.

El día de la verdad

El pasado 28 de enero, Omar Ambuila compareció ante la jueza Virginia Hernández-Covington en Tampa. En una decisión inesperada, el exfuncionario de 63 años aceptó los cargos en su contra, lo que generó sorpresa en la fiscalía, que ya había preparado un juicio con más de 30 testigos listos para testificar sobre la corrupción en el puerto de Buenaventura.

Lo curioso del caso es que, en 2024, el fiscal Joseph Palazzo le había ofrecido un acuerdo de seis años de prisión a cambio de su cooperación, lo que Ambuila rechazó en su momento. Ahora, enfrenta una posible condena de hasta 20 años de cárcel, cuyo veredicto se conocerá en abril de 2025.

Jenny Ambuila, hija de Omar Ambuila, mostraba grandes lujos en sus redes sociales.

La caída de un imperio de lujos y corrupción

Las evidencias obtenidas por las autoridades estadounidenses muestran cómo el dinero sucio de Ambuila se movió a través de empresas fachada en Tampa y cuentas vinculadas a Diego Marín Arango, alias Papá Pitufo. Sus transacciones, realizadas entre 2014 y 2016, fueron registradas en una compraventa de autos de lujo en Florida, dejando un rastro fácil de seguir para los investigadores.

Jenny Ambuila vivía y estudiaba en Estados Unidos, allá recibía visitas habituales de su papá, Ómar Ambuila, y de su mamá, Elba Chará. En varias ocasiones fueron requeridos en los aeropuertos por llevar más dinero del que reportaron a su ingreso al país.

Mientras Omar Ambuila enfrenta su destino en los tribunales de Estados Unidos, su hija Jenny Ambuila ha desaparecido del ojo público, cerrando sus cuentas en redes sociales y alejándose de los lujos que la llevaron a ser el foco de una de las investigaciones de corrupción más impactantes de los últimos años.

Este caso no solo expone las redes de corrupción y narcotráfico en Colombia, sino también las graves fallas en el sistema de control del comercio exterior. Ahora, con la extradición de Ambuila y la colaboración entre Colombia y Estados Unidos, se espera que otros responsables también sean llevados ante la justicia.