La situación de orden público en El Plateado, corregimiento de Argelia, en el sur del Cauca, continúa siendo preocupante a pesar de que las Fuerzas Militares ingresaron al territorio para retomar el control luego de años de actuar delictivo de grupos guerrilleros como la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, quienes dinamizan rentas ilegales como el narcotráfico en la región.
Ante este panorama, el presidente de la República, Gustavo Petro, sostuvo que es necesario desincentivar esta lucrativa actividad delincuencial, por lo que anunció que su gobierno comprará cosechas de hoja de coca mientras inicia la transición a los cultivos lícitos.
“Nosotros en El Plateado vamos a iniciar la compra estatal de cosecha de coca. Nos van a caer rayos y centellas. Menos mal la procuradora y el fiscal ya se fueron. Pero, si no cambiamos los métodos, pues no cambiamos y vamos a repetir con los mismos instrumentos que todos sabemos que no se solucionan los problemas”, indicó Petro.
De acuerdo con Iván Carvajal, consultor en seguridad pública e inteligencia estratégica, la apuesta del gobierno de comprar estos cultivos no es descabellada, sin embargo, su factibilidad depende de varios factores en el territorio. “Sería viable si el Estado tuviese el control de territorio, pero es que no es así”.
El experto aseguró que, a pesar de que se han intentado diversas estrategias institucionales en el Cauca, falta mucho trabajo por hacer antes de poder plantearse la opción de adquirir los cultivos.
“Hace unos meses anunciaron la misión Cauca, una especie de apoyo a proyectos productivos que hagan sustitución de cultivos con el acompañamiento de la cooperación internacional, con USAID, pero repito que si no hay control del territorio quienes van a mandar sobre la llegada de las ayudas va a seguir siendo la amenaza del ELN, la Segunda Marquetalia y las disidencias de las Farc”, añadió Carvajal.
De la misma manera, el coronel (r) Carlos Soler, abogado, consultor, asesor en seguridad y defensa nacional, sostuvo que la compra no es una idea nueva, ya que gobiernos anteriores han intentado formas similares de sustitución de cultivos para transformar el territorio modificando las economías de ilegales a legales, pero no ha dado los resultados deseados, puesto que se sigue produciendo este cultivo ilegal.
“Ese tema es delicado porque los recursos son limitados. Se está haciendo una reforma tributaria por falta de fondos, pero el valor de los cultivos del Cauca sería equivalente a dos o tres reformas tributarias”, explicó Soler.
De la misma manera, el coronel (r ) manifestó que para que sea viable este plan, el Estado debe entrar a competir con los narcotraficantes que pueden incrementar el mercado y por ende la oferta y la demanda. “El Estado no tiene la infraestructura para comprar, recoger y garantizar en el territorio que la gente venda el cultivo, porque pueden recoger la hoja y venderla, pero a la semana siguiente haber sembrado otra”
Por lo anterior, Felipe Fernández, consultor en seguridad y paz, expresó que la propuesta del Presidente Petro puede tener viabilidad si es un paso para la sustitución de cultivos, pero el control territorial por parte del Estado y trabajo mancomunado con las comunidades debe ser prioritario.
“Es clave resaltar que solo el hecho de comprar cultivos no garantiza que los campesinos no vuelvan a sembrar coca y eso en el sentido de que si no se asegura una fuente de ingresos alternativa y sostenible, es probable que se reinicie el ciclo de siembra, especialmente si persisten los incentivos del narcotráfico o si la economía no se fortalece adecuadamente”, enfatizó Fernández.
El Estado debe llegar al territorio
Según lo expuesto por el Presidente, la idea es adquirir las cosechas de los campesinos mientras se trasladan a economías lícitas y cultivos agrícolas, “para eso se necesita crédito en el Micay para todas las zonas más pobres y excluidas de Colombia, a las zonas donde no les llega el crédito, pues no les llega el crédito a los pobres”, enfatizó el primer Mandatario.
Sin embargo, Carvajal enfatizó en que falta mucho más compromiso para mejorar las condiciones del campesinado en el Cauca y otras regiones azotadas por la ilegalidad de grupos terroristas que controlan el narcotráfico.
“Lo primero es garantizar el control estatal y no solamente recuperación del territorio por parte de la Fuerza Pública, sino la presencia efectiva del Estado en la zona, que haya garantía de derechos para los ciudadanos, que haya salubridad pública y servicios públicos eficientes”, aseguró el consultor en seguridad pública e inteligencia estratégica.
Soler concordó y agregó que se debe trabajar de la mano de las comunidades y conocer sus necesidades, ya que los campesinos podrían sembrar alimentos en esta zona, sin embargo, no tienen los medios para comercializarlos.
“Al campesino le da lo mismo cultivar coca que cultivar yuca, cacao, café, plátano, pancoger, limones, aguacates, porque el terreno del Cauca es bendito”, indicó Soler, pero recordó que el 40% del territorio son resguardos indígenas donde el Estado debe negociar. “Lo segundo es mejorar la infraestructura vial, lo tercero es llevar tecnología y semillas con capitales semilla para transformar”, dijo.
Los expertos concordaron en que es importante la presencia permanente de la Fuerza Pública para brindar seguridad a los ciudadanos, pero además también le ofrecen tranquilidad a las empresas para que inviertan en economías productivas en el sector que sustituyan las economías ilícitas.
“Lo que debe hacer el Estado es mantener la presencia permanente y no intermitente de las Fuerzas Militares para asegurarle a los campesinos que va a haber inversión, que van a comprar sus productos y que se va a asegurar la exportación”, concluyó Soler.