El aumento de delitos como homicidios, lesiones personales, secuestro y extorsión dan muestra del crítico panorama de seguridad que enfrenta Cali. Una de las estrategias que planteó el director de la Policía Nacional, el general William René Salamanca, fue aumentar el pie de fuerza en las zonas priorizadas, como la capital vallecaucana, por lo que se espera que en los próximos días lleguen nuevos uniformados.
“Hace dos días graduamos a más de 4000 jóvenes patrulleros de Policía para ser distribuidos en todo lo largo y ancho del país, pero una focalización especial es el área metropolitana que nuestro director, general William René Salamanca tiene de acuerdo con las problemáticas y Cali ha sido tomada en cuenta, por lo que llegará un recurso humano importante en el mes de noviembre”, aseguró el brigadier general Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.
Más de 480 de estos graduandos que fortalecerán la seguridad hacen parte del programa de becas Vamos Sumando, una alianza de interinstitucional entre la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL por sus siglas en inglés) de la Embajada de Estados Unidos, la Policía Nacional y la Armada de Colombia, que busca apoyar a personas en diferentes lugares para que hagan parte de la institucionalidad del Estado.
Esta estrategia incorpora a jóvenes afrocolombianos, indígenas y mestizos de los estratos 1, 2 y 3. Además, en sus 14 años de existencia ha otorgado 10.152 becas para que personas en condición de vulnerabilidad puedan hacer parte de las Fuerzas Militares.
“Ellos ya están trabajando en las comunidades, los que salieron de las escuelas serán destinados a sus territorios para que ellos sean multiplicadores y trabajen en sus municipios enseñando lo que se aprende en la institución, especialmente, en materia de prevención”, explicó Gualdrón.
De la misma manera, Kevin Murakami, director en Colombia de la INL, enfatizó que “el programa no solo brinda beneficios al becario, sino también a su familia. Es importante destacar que fortalece la seguridad rural”.
La importancia de que las personas retornen a sus hogares es porque son ellos quienes mejor conocen el territorio, los retos que supone vivir en la región y las necesidades prioritarias de la población, lo que es de vital importancia principalmente en la Colombia profunda.“Estos jóvenes son muy valorados por nuestros comandantes y en las zonas como líderes en las comunidades y desde el trabajo articulado con los actores sociales de cada población”, añadió el comandante Gualdrón.
Una estrategia por y para la juventud
De acuerdo con el informe presentado por la Secretaría de Seguridad y el Observatorio, del 1 de enero al 10 de octubre de este año, 362 personas entre los 14 y los 28 años han sido asesinadas en la ciudad, lo que podría corresponder a que muchas de las bandas criminales de Cali están compuestas por individuos de estas edades que buscan en la criminalidad una manera de obtener recursos económicos.
En el mismo periodo de tiempo, 41 menores de 18 años han perdido la vida por hechos violentos, convirtiéndose en una de las ciudades con más casos de asesinatos a menores de edad en Colombia.
“Con estos programas le arrebatamos a las estructuras criminales estos muchachos que por su falta de dinero y oportunidades los instrumentalizan y los guían por el camino de la ilegalidad. Aquí les estamos diciendo a todos los colombianos que hay una manera de salir adelante y cambiar su vida, aquí se les darán todas las oportunidades”, indicó el Comandante de la Policía.
Una de las jóvenes que cambió su rumbo y el de su comunidad es Nimia Martínez, indígena Wayuu de La Guajira, quien actualmente es oficial del Equipo Investigativo de Puertos y Aeropuertos, Diran.
Aunque la Policía no era permitida dentro de su territorio, Nimia ingresó siendo patrullera en 2011 realizando trabajo preventivo y cuando los ciudadanos vieron llegando a la mujer vistiendo el uniforme de la institución, convertido en la manta tradicional de su cultura, “le daban las gracias a la Policía Nacional porque nos acogieron dentro de la institucionalidad y nos hicieron parte de ella incluyéndonos como territorio indígena. Hicieron de la mujer y del hombre un grupo inclusivo”.
De la misma manera, el marinero segundo Kevin Redondo, un joven afrocolombiano oriundo de Barranquilla, hizo parte del programa de becarios. Él era una de las personas que, aunque sentía el deseo de ser parte de las Fuerzas Militares, no tenía los recursos para ingresar a la entidad, por lo que, gracias al patrocinio económico recibido, logró su sueño y hoy es administrador logístico en la Estación de Guardacostas de Tumaco, Nariño.
“Esto va a ser un golpe fuerte contra el narcotráfico porque el programa va creciendo y cada vez son más quienes quieren iniciar procesos, incorporarse y seguir por el camino de la legalidad”, expresó. Para él, que las personas comiencen a buscar maneras de salir adelante por medio de la institucionalidad es un logro para todo el país.
Gracias a estos casos exitosos, el brigadier general Gualdrón comentó que “hay que seguir avanzando y apoyando a las juventudes, estos adolescentes desde la tierra colombiana han tenido su respuesta en el trabajo del territorio, consolidando la seguridad, llevando un mensaje frente a lo que realmente se quiere, que es llegar a una paz y a una democracia sólida”.
Cabe destacar que, a la fecha, el programa Vamos Sumando ha otorgado más de 4800 becas a comunidades afrocolombianas, más de 1800 a comunidades indígenas y más de 3700 a personas mestizas de zonas rurales de Colombia, lo que ha traído beneficios incalculables a ellos, sus familias y sus comunidades por medio del fortalecimiento del pie de fuerza institucional.