Autoridades y organismos humanitarios atienden alrededor de cien personas que llegaron desplazadas al área urbana del municipio de Cumbitara, al norte del departamento de Nariño.
Esta situación se dio a raíz de los intensos combates que se registran entre grupos armados al margen de la ley en la vereda Santa Helena, ubicada aproximadamente a dos horas del casco urbano.
“Las confrontaciones armadas comenzaron desde el pasado domingo 27 de octubre cuando a la zona llegaron comandos armados del grupo Franco Benavides de las disidencias de las Farc, entrando en combates con la facción Comuneros del Sur del Ejército de Liberación Nacional, ELN y otra organización ilegal, posiblemente Autodefensas Gaitanistas”, denunciaron representantes sociales de esta parte del país.
Como los combates se registran en medio de las viviendas, los pobladores de esta vereda tomaron la decisión de salir del lugar para ubicarse en el casco urbano para evitar así quedar en medio de las balaceras y algunas explosiones.
“La información que tenemos la aporta la misma comunidad, adelantamos las acciones con organismos humanitarios y entidades gubernamentales para atender a las 48 familias que se encuentran en esta condición, no sin antes hacer un llamado a los actores armados a respetar a la población y no involucrarla en las confrontaciones”, expresó el secretario de gobierno de Nariño, Benildo Estupiñán.
De igual forma, la alcaldía de este municipio compartió un comunicado de prensa donde rechaza estos hechos, los cuales ponen en riesgo la vida de niños, niñas y adolescentes, así como la población adulta, las cuales quedan en medio de las choques armados.
“Exigimos a los actores armados no involucrar a la población civil en estos enfrentamientos. Como respuesta a esta situación, hemos activado todas las rutas de atención contempladas en nuestro plan de contingencia, brindando apoyo a las personas desplazadas y habilitando espacios seguros para su albergue. Reafirmamos nuestro compromiso de ofrecer un entorno digno y seguro a quienes han tenido que dejar sus hogares”, informaron las autoridades de esta población.
Mientras tanto, a la zona ya fueron enviadas varias unidades militares para que retome el control de la zona, buscando enfrentar a estas organizaciones armas ilegales y de esta forma proteger a las comunidades campesinas que aún permanecen en el área rural de esta población nariñense.