Ocho jóvenes, entre los 18 y los 24 años, fueron asesinados en medio de una incursión armada registrada cerca de la medianoche de este sábado en el municipio de Samaniego, informó el gobernador de Nariño, Jhon Rojas.
La versión preliminar de los hechos, indica que encapuchados dispararon indiscriminadamente contra el grupo que se encontraba en una vivienda campestre en la vereda Santa Catalina, a cinco minutos del casco urbano.
El funcionario se solidarizó con las familias de las víctimas, que son ocho hombres y una mujer, a través de un mensaje en Twitter e hizo un llamado a las autoridades nacionales para que adelanten acciones que “devuelvan la tranquilidad a la región”.
Además, una joven que resultó herida permanece en la unidad de Cuidado Intensivo en un centro médico del departamento.
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El Gobernador aseguró que en los últimos dos meses en la región se han registrado más de 20 homicidios, entre los que figura el asesinato de dos estudiantes en Leiva, en medio de hechos que todavía no han sido esclarecidos. Además, hay cinco jóvenes desaparecidos en Llorente, corregimiento adscrito a Tumaco.
A la zona donde se registró la masacre llegaron tropas de la Brigada No. 23 del Ejército para apoyar a la Policía, y la madrugada el Cuerpo Técnico de Investigación CTI y Policía Judicial coordinaron el levantamiento y traslado de los cuerpos a la cabecera municipal.
"Serán las autoridades competentes, tras el proceso de investigación, las que determinen las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos, así como las identidades de las personas asesinadas y los autores del crimen", declararon desde la institución.
El Ejército también dijo que hay operaciones militares en el sector para proteger a la comunidad y apoyar a los entes judiciales.
Los cinco de Llano Verde
Este acto de violencia se registra solo cinco días después del asesinato de cinco adolescentes en el barrio Llano Verde, en Cali. El cruel hecho generó rechazo y reveló el preocupante panorama en el que viven los habitantes de ese sector de la capital del Valle.
Desde principios de este año, el concejal Fernando Tamayo ha venido denunciando que en varios barrios de la Comuna 15 y del oriente de Cali, se viene presentando un fenómeno de reclutamiento de menores para vincularlos en actividades ilícitas en la zona y en los departamentos de Cauca y Nariño.
Si los jóvenes no acceden a participar en ellas, son desplazados de sus barrios o asesinados.
En lo corrido del 2020, en esa comuna han estallado tres granadas y han ocurrido 65 homicidios, lo que la hace ser hoy en día la zona más violenta de la ciudad. Le siguen la Comuna 14 y 13 (ambas vecinas), con 64 y 62 muertes violentas respectivamente, de acuerdo con el último informe del Observatorio de Seguridad, con corte al 13 de agosto.
Las autoridades están ofreciendo una recompensa de $200 millones para quien dé información sobre el asesinato de los cinco menores en el oriente.
Otra hipótesis planteada por algunos familiares de las víctimas, es que estos menores, presuntamente, fueron asesinados por los cuidadores de los predios de los cañaduzales donde aparecieron muertos, a quienes los confundieron con delincuentes.
Los adolescentes se habrían desplazado hasta la zona para comer caña y elevar cometas. "Ellos tenían los machetes y las caras untadas de sangre", dice la madre de uno de los menores asesinados.
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