Uno de los objetivos de desarrollo sostenible que se fijó el mundo para el año 2030 fue erradicar todas las formas de violencia contra los niños, lo que parece un objetivo difícil de alcanzar y más cuando se recuerdan historias recientes como las de Sofía Delgado, de 12 años, raptada y asesinada por un vecino en Candelaria, Valle; Santi Esteban, de 4 años, y Susan Camila Beltrán, de 7 años, víctimas de su padre en Bogotá.
Sin embargo, como se pudo comprobar en la primera ‘Conferencia ministerial global para la eliminación de la violencia contra la niñez’, que se llevó a cabo la semana pasada en Bogotá, hay un consenso sobre la necesidad de hacer mucho más para proteger a los niños y los estados están dispuestos a explorar esas medidas.
Más de 1.400 delegados de 120 países se encontraron con el fin de compartir experiencias y estudiar caminos para lograr este objetivo. Camilla Waltersson Grönvall, ministra de Servicios Sociales de Suecia, país que fue coanfitrión de la cumbre con Colombia, habló sobre estos objetivos.
¿Por qué es tan importante tener esta primera conferencia ministerial global sobre la erradicación de la violencia contra los niños?
Me enorgullece que Suecia sea coanfitriona de esta conferencia, y es particularmente importante organizarla en este momento. Estamos en 2024, y los niños en todo el mundo aún sufren violencia. Todos los países deben hacer más y mejor para acabar con esto. Ahora es el momento, ya que los países están comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas, y solo quedan cinco años hasta 2030, cinco años para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños. Se invitó a 193 países a esta conferencia y mi esperanza es que esta sea un catalizador para el cambio. Debemos hacer nuestro máximo esfuerzo para eliminar la violencia contra los niños antes de 2030, pero lamentablemente, aún nos queda un largo camino por recorrer.
¿Qué lecciones puede compartir Suecia con Colombia y otros países en estos esfuerzos para erradicar la violencia contra los niños?
Uno de los aspectos más importantes de esta conferencia es el aprendizaje mutuo. Representando a Suecia, durante esta conferencia he destacado varias iniciativas en curso para inspirar y comprometer a otros países. En particular, he enfatizado la importancia de fortalecer leyes y políticas para prohibir la violencia contra todos los niños, y en este contexto, prohibir el castigo corporal es un paso crucial para acabar con la violencia infantil. Suecia fue el primer país en el mundo en prohibir el castigo corporal en 1979 y, desde entonces, muchos países han implementado la misma prohibición. Espero que pronto veamos más países dando el paso de prohibir el castigo corporal. Además, Suecia ha incorporado la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño en su legislación, un paso importante para garantizar la protección infantil tanto en la elaboración de leyes como de políticas.
¿Qué puede aprender Suecia de Colombia en relación con sistemas de protección a la niñez?
Suecia puede aprender mucho de Colombia. Compartimos muchos desafíos comunes en cuanto a la protección infantil. Durante mi estancia en Colombia, tuve el privilegio de visitar un alojamiento protegido, así como un programa de reintegración que trabaja con niños y jóvenes involucrados en actividades delictivas. En Suecia también enfrentamos estos problemas, en particular cómo proteger mejor a los niños que acompañan a un progenitor, a menudo la madre, a un alojamiento protegido tras haber sufrido violencia doméstica. En Suecia, muchos de los esfuerzos del gobierno están ahora dirigidos a proteger a los niños y jóvenes de involucrarse en actividades delictivas y violencia relacionada con pandillas; por lo tanto, fue especialmente interesante escuchar cómo Colombia está abordando estos temas. Espero que Suecia y Colombia continúen intercambiando buenas prácticas en el campo de la protección infantil y la erradicación de la violencia contra los niños.
¿Cuáles son los tipos de violencia contra los niños más preocupantes en el mundo? ¿Aquellos en los que todos los países deben hacer más esfuerzos para erradicar?
Todas las formas de violencia contra los niños son preocupantes y no es posible establecer una jerarquía entre ellas. Sin embargo, el aumento de la violencia en línea me preocupa especialmente. La violencia en línea no es un fenómeno nuevo, pero su alcance y forma han cambiado drásticamente con el tiempo. Desde los primeros días de internet, donde el acoso y el bullying se limitaban a foros basados en texto, ahora nos enfrentamos a una situación en la que las redes sociales, plataformas de videojuegos y otros entornos digitales permiten una forma de violencia más sofisticada y extendida. Con los avances tecnológicos, los métodos para perpetrar violencia también se han vuelto más complejos, lo que dificulta su detección y combate. Los padres y maestros tienen un papel clave y parte de la responsabilidad de proteger a los niños en el entorno en línea. Sin embargo, las empresas de redes sociales y otras plataformas digitales deben asumir urgentemente su responsabilidad para crear entornos más seguros para los niños en internet.
En referencia a la violencia sexual, ¿cómo se puede luchar contra un tipo de violencia que, en la mayoría de los casos, ocurre en la intimidad de la familia?
La violencia doméstica es totalmente inaceptable, y para el Gobierno sueco es una prioridad combatir estas formas de violencia. Sin embargo, estos casos suelen ser complejos. Permítame compartir algunos ejemplos de nuestro trabajo en Suecia para abordar la violencia en una etapa temprana.
La detección e intervención tempranas son medidas inteligentes tanto para disminuir el sufrimiento individual como para reducir los costos sociales. En Suecia, los Centros de Salud Infantil (BVC) contactan a cada familia que está registrada en el país para una cita dentro de la primera semana de vida del niño.
Posteriormente, los Centros de Salud Infantil ofrecen múltiples visitas periódicas hasta que el niño cumple cinco años. A veces, se realizan visitas domiciliarias a la familia, que a menudo se llevan a cabo junto con una persona de los servicios sociales. La misión es apoyar y dar seguimiento a la salud, desarrollo y condiciones de vida de cada niño.
También me gustaría mencionar la colaboración entre las autoridades cuando hay un presunto delito contra un niño. En muchos lugares, las autoridades colaboradoras están ubicadas y organizadas en un marco llamado Barnahus, basado en el Children’s Advocacy Centre (CAC) de los Estados Unidos. Esta es una práctica organizativa de la que estamos muy orgullosos.
La violencia contra las mujeres está altamente correlacionada con la violencia contra los niños. El gobierno trabaja activamente para abordar y combatir la violencia de los hombres contra las mujeres y la violencia doméstica. El gobierno ha decidido implementar un programa de acción 2024-2026 en este sentido, con varios puntos importantes. Uno de los ejes del programa destaca particularmente el vínculo entre la violencia contra las mujeres y los niños.