Drama, esa es la palabra que podría definir lo que es la situación de las familias de los presos de la cárcel de Tuluá, que a esta hora viven la incertidumbre de no saber qué pasó con sus parientes luego del incendio de este martes en el centro penitenciario, que dejó 51 muertos y más de 30 heridos.
María Luz Mejía, madre de un recluso, sostuvo en medio de lágrimas: "No me han dicho si está herido o si se murió, yo no sé si mi muchacho está muerto".
Esta madre relata lo que han sido horas de mucha incertidumbre. "Me levanté a las 5.30 de la mañana y prendí el televisor, y ahí escuché que le habían prendido fuego a la cárcel. Yo no sabía qué hacer, él estaba en el patio ocho (donde se presentaron los incidentes) y yo espero que esté bien".
María Luz recuerda que en la noche del lunes había dialogado con su hijo, quien se encontraba bien.
"Anoche me llamó como a las 8:30, me dijo que me amaba y que me recordaba mucho, pero lo tocó colgar rápido porque de pronto le quitaban el celular", narró.
Por su parte Maryi Cardona, esposa de uno de los reclusos, sostuvo: "No entiendo por qué si habían tantos problemas en la cárcel el Inpec no estaba. Esto no fue por una fuga, mi esposo decía que la cárcel era horrible, que todos los días apuñalaban gente".
De acuerdo con los informes de las autoridades, el incendio se presentó en la madrugada de este martes, después de que varios presos quemaran unos colchones en un supuesto motín para escapar del centro penitenciario.
Ante la falta de información y claridad, algunos familiares han causado desórdenes en las afueras de la cárcel, clamando por saber algo de sus parientes.