El robo más reciente en Valle del Lili, al sur de Cali, ocurrió apenas el pasado jueves 6 de julio, a plena luz del día, exactamente a la 1:00 de la tarde. Un Mazda3 de color blanco que transitaba por la carrera 100 con calle 48 fue atacado a tiros por delincuentes que pretendían robar la cadena de oro del conductor del vehículo.
Por fortuna para la víctima, no fue herido, pero los ladrones cumplieron con su objetivo. Justamente uno de los factores que se repiten en los atracos que vienen sucediendo en esta zona de Cali es que los ladrones están yendo por oro. De paso roban celulares y dinero, pero su objetivo principal es el oro.
“En el último mes he sido víctima de dos robos en mi local. Robos a mis clientes. Al primero lo venían siguiendo y cuando se sentó a comer, le robaron sus cadenas. El segundo estaba ya comiendo, cuando entró una persona al establecimiento, pidió algo y se quedó detallando las pulseras que tenía mi cliente. En ese momento hizo una llamada, y un minuto después entró un jovencito armado que le robó las pulseras. No hirieron a nadie, pero las ventas cada que hay un robo bajan ostensiblemente. Por eso me vi en la obligación de contratar a un personal que garantice la seguridad de mis clientes y del local”, dice el propietario de un restaurante que pidió no ser citado con su nombre, por seguridad.
El sábado anterior se repitió la historia. Unos sujetos entraron a un minimarket del barrio, intimidaron a los propietarios con armas y robaron dinero, celulares, pero también las cadenas y las pulseras de oro de uno de los clientes. Lo mismo sucedió en un estanco, donde un hombre afro que compraba licor fue encañonado y despojado de sus anillos de oro.
El asalto a la minimarket quedó registrado en los videos de seguridad que el establecimiento compartió con las autoridades. Unos días después el ladrón fue capturado muy cerca, en el barrio Capri; sin embargo, ya está en libertad. Era menor de edad. Pese a los videos y a la confesión del asaltante, que aceptó el robo en el minimarket de Valle del Lili, no pudo ser judicializado. La captura no fue “en flagrancia”.
“La ley protege al delincuente y deja expuesta a la víctima. Por eso está tan desbordada la delincuencia, los ladrones saben que la misma ley los beneficia, los protege, si son menores de edad”, se queja un comerciante de Valle del Lili que se ha reunido con propietarios de restaurantes y bares para analizar la posibilidad de contratar seguridad privada para sus negocios, ante los reiterados robos.
También le piden a la Policía patrullajes y un puesto de control en el nuevo puente de la Avenida Ciudad de Cali. “El problema que tenemos es que ese puente conecta directamente a Valle del Lili con el Distrito de Aguablanca, que es donde están ubicadas las oficinas dedicadas al hurto en Cali”, comenta el comerciante.
La semana anterior los miembros de la Junta de Acción Comunal de Valle del Lili y barrios aledaños se reunieron con el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, Daniel Gualdrón Moreno, quien anunció que se reorganizarán los operativos en la zona y el servicio de Policía en general para mejorar la seguridad. Pero coincidió con las quejas de la comunidad: pese a las capturas de la Policía, quienes cometen robos y son menores de edad quedan en libertad en cuestión de horas. Lo más grave del asunto es que algunos de los que cometen los hurtos en Valle del Lili y son mayores de edad, en teoría tienen casa por cárcel, pero andan por ahí haciendo de las suyas.
“Invito a la comunidad a que nos ayude como autoridad con todo el acervo probatorio posible, videos, fotos, para lograr condenar a las personas que están cometiendo estos hurtos”, dijo Gualdrón.
Una reciente víctima de un robo en el barrio respondió que no es fácil. Los habitantes del sector tienen miedo de denunciar a los delincuentes. Al hacerlo, deben verlos en las audiencias y se ponen en riesgo de represalias. “Sabemos que los que están detrás de estos robos son oficinas organizadas”, dijo.
En lo que va del año, según el Observatorio de Seguridad de la Alcaldía de Cali, en la ciudad se han interpuesto 12.635 denuncias por hurto a personas; 2.222 más que el año anterior. Además, 1.252 establecimientos comerciales han sido asaltados en lo que va del año.