En la ciudad fronteriza de Ipiales, en el departamento de Nariño, una patrullera de la Policía Nacional intentó poner fin a su vida, ingiriendo suavizante para ropa.
El caso sucedió cuando los compañeros y vecinos de la uniformada la encontraron a las afueras de su residencia bajo un cuadro convulsivo.
“Como ella reside en los alojamientos de la parte posterior de la Estación de Policía de acá de Ipiales, entonces varios uniformados llegaron a auxiliarla cuando fueron alertados por la central de Radio que la patrullera yacía sobre el anden, en estado de inconsciencia y convulsionando, tras ayudarla en el sitio, procedieron a llevarla al hospital civil”, informaron integrantes de esta institución.
Después, y según los superiores jerárquicos de la patrullera, estaba gozando de su momento de descanso porque debía ese domingo 29 de septiembre, día que sucedieron los hechos, recibir el segundo turno en el grupo de vigilancia, es decir de 7:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde debía recorrer las calles de esta ciudad como parte de sus labores como integrante de esta institución.
“Infortunadamente, la compañera aprovechó ese descanso para encerrarse en su sitio de hospedaje e ingerir esta sustancia, todo porque enfrenta la dura situación de tener su pequeña hermana, de 12 años de edad, padeciendo una enfermedad terminal, a ella le dio muy duro recibir esa noticia y todo indica que eso la motivó a tomar esa decisión”, agregaron los compañeros de labores.
Por eso ahora la patrullera, de 32 años de edad y con menos de años de portar el uniforme verde oliva, se encuentra en un programa de asistencia psicológica mientras recibe atención de especialistas con el fin de adelantar un proceso de desintoxicación. De igual, y de parte de la Policía Nacional, recibe acompañamiento de parte de los funcionarios del área de sanidad.