La Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Cauca, SAG, y Asocaña, emitieron contundentes rechazos y pidieron a las autoridades investigar el ingreso abrupto de un número indeterminado de indígenas a un predio privado en el municipio de Guachené, norte de ese departamento.
Los hechos ocurrieron el pasado 13 de abril, cuando los indígenas ingresaron de manera ilegal a la Hacienda El Chiman, donde hicieron daños en diferentes bienes.
Según la información entregada por Asocaña, las personas que ingresaron al predio incendiaron los cultivos de caña y destruyeron y quemaron la casa de la familia campesina que trabaja en la hacienda.
A raíz de ello, en la zona hizo presencia el Esmad de la Fuerza Pública, para restablecer el orden. En ese accionar, cinco policías resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios del municipio de Caloto.
De acuerdo con Asocaña, "desde hace más de cinco años, grupos violentos han continuado agrediendo a trabajadores y pobladores de la región, lesionando a los miembros de la fuerza pública, cometiendo delitos ambientales y destruyendo cultivos e infraestructura
productiva en el norte del Cauca".
Como Asocaña, la SAG también elevó el llamado a las autoridades nacionales, para que se adelanten las investigaciones que permitan identificar a las personas detrás de estos hechos violentos.
"Estos delitos, además de atentar contra los derechos humanos, ponen en riesgo la salud y la vida de los pobladores y afectan el derecho al trabajo y la propiedad privada de los habitantes de la región, que trabajan, hoy más que nunca, para llevar los alimentos a la mesa de todos los colombianos en todas las regiones del país", añadió Asocaña en un comunicado.
El comandante de la Policía en el Cauca, coronel Rosemberg Novoa, confirmó que cuatro patrulleros del Esmad resultaron heridos y fueron trasladados a centros asistenciales.
Los uniformados fueron identificados como Miguel Ángel Mina Palacios, Yeferson Orlando Morales, Duván Arévalo y Robinson Vásquez Larrahondo, quienes presentan lesiones como fracturas, y según el informe de las autoridades, fueron atacados con piedras y explosivos de elaboración manual.
Fuentes consultadas por El País indican que de hecho, los predios violentados están conectados con territorios de comunidades afrodescendientes, por lo que el accionar de algunos indígenas podría desencadenar un conflicto étnico.
De hecho, en días pasados fue grafiteada una pared de la escuela de la comunidad afrodescendiente en el corregimiento de Campo Llanito.