Debido a la oleada de violencia que ha vivido Tuluá, las autoridades han adelantado intervenciones en las zonas más delicadas en materia de orden público, como por ejemplo el barrio La Inmaculada y otras zonas afectadas por la delincuencia; además, la semana pasada se registró una masacre de tres personas en Ansermanuevo, en la que se vieron involucrados dos integrantes del grupo criminal Los Flacos. El Ministro de Defensa visitó el departamento y anunció medidas urgentes.
Gracias a estos trabajos de investigación y a las labores de la Fuerza Pública, durante este fin de semana se evitó que se desatara la violencia como la semana anterior, cuando fueron incinerados vehículos y se presentó el homicidio de un guarda de tránsito.
En medio de las labores de la Policía, se frustró el plan de delincuentes de quemar vehículos y se dio la captura de uno de los presuntos responsables de los hechos. Las actividades comenzaron el sábado 17 de febrero en la noche en el barrio La Esperanza, cuando dos personas que se transportaban en una motocicleta intentaron incinerar un taxi en movimiento, lo cual no les fue posible, y metros más adelante uno de los presuntos criminales fue capturado.
El segundo hecho se presentó en la barrio El Jardín cuando los vecinos del sector alertaron sobre un sujeto que se comportaba de manera sospechosa y quien, después, habría intentado prenderle fuego a un taxi que estaba parqueado en una de las aceras, pero gracias a la intervención de los habitantes del sector se evitó la tragedia.
Luego de estas acciones, el alcalde del municipio, Gustavo Vélez, aseguró que 15 motos fueron inmovilizadas el sábado desde las 11:00 p.m., debido a que incumplieron con el decreto que restringe la movilización de estos vehículos hasta las 5:00 a.m.
Además, fueron impuestos 22 comparendos y 30 taxistas decidieron voluntariamente quitar los vidrios polarizados de sus vehículos.
Uno de los planes es fortalecer la seguridad en los municipios del centro y norte del Valle con el objetivo de evitar que se conviertan en un refugio para que los delincuentes sigan manejando economías ilegales.
Por ello, y para mantener el control, la gobernadora Dilian Francisca Toro indicó que ya se solicitó el fortalecimiento de la Fuerza Pública en el departamento, por lo que el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, confirmó que se desplazará un grupo especial de hombres y mujeres del Ejército Nacional hacia las zonas afectadas.
Y es que según las autoridades, debido a la persecución a delincuentes y los operativos especiales que la Fuerza Pública ejecuta en el municipio, como la captura de presuntos criminales, miembros de estas organizaciones se han desplazado a las poblaciones del centro y norte del Valle, generando zozobra en los habitantes.
De acuerdo con el Ministro de Defensa, Iván Velásquez, este fenómeno se debe a un “efecto globo debido a que hay una presión fuerte en Tuluá, entonces la criminalidad se va hacia las inmediaciones”.