Por presuntas torturas a cuatro personas privadas de la libertad en la penitenciaría de Calarcá, Quindío, la Procuraduría formuló pliego de cargos contra el jefe de seguridad de centro carcelario, Ever Alberto Aragón y a los dragoneantes del Inpec, Diego Javier Salazar y José Manuel Cardona.
Los hechos se presentaron el 2 de enero de 2014 cuando los cuatro internos acudieron al comando de vigilancia del penal con el fin de solicitarle al capitán Aragón, quien se desempeñaba como jefe de seguridad, ser reubicados en otro patio argumentando riesgos para su integridad.
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Al parecer, la solicitud le generó malestar al oficial, quien se negó y procedió a supuestamente agredir verbalmente a los reclusos mientras los retiraba de su oficina.
“Acto seguido, fueron trasladados al sector de la reja tres del penal, donde se encontraban los dragoneantes Salazar y Cardona, quienes, en compañía de Aragón, procedieron a propinarles malos tratos físicos y verbales mientras estos se encontraban esposados”, manifestó el ente de control.
Las presuntas víctimas denunciaron la situación ante la dirección del penal, que inmediatamente realizó los trámites necesarios para iniciar la investigación disciplinaria interna.
Entre las pruebas recaudadas se encuentran los testimonios del director del penal y de un defensor público quién presenció el hecho y manifestó que efectivamente el comandante los agredió físicamente y con vocabulario soez.
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Adicionalmente, en un oficio anterior a los sucesos, el director del establecimiento penitenciario y carcelario había advertido sobre presuntos malos tratos del capitán Aragón hacia personas privadas de la libertad.
Por lo cual la Procuraduría formuló el cargo a los tres miembros del Inpec por presunta infracción de su deber funcional al incurrir en la conducta de tortura a título de dolo.