El líder social y activista, Jhon Javier Ramos, primo del delantero del América de Cali, Adrián Ramos, afirmó ser víctima de un falso positivo judicial, pues sostiene que el pasado mes de marzo, cuando se encontraba en una carretera de Dagua, uniformados de la Policía ubicaron sustancias ilegales en el platón de su camioneta.
El líder social, quien también es conocido como Jota Ramos, le envió a El País un documento en el que cuenta la versión de los hechos. Según el relato, el viernes 24 de marzo, aproximadamente a las 7:30 pm, él se movilizó desde la ciudad de Cali hasta el municipio de Dagua, lugar donde, según él, desarrolla un proyecto agrícola de producción de alimentos orgánicos. “Como parte de la dinámica semanal de distribución, Jota Ramos viaja cada viernes para recoger lo cosechado en la finca y transportarlo hasta Cali donde tienen su centro de venta orgánica”, dice el documento.
“Jota Ramos esa noche iba acompañado por dos familiares y se transportaban en una camioneta Dimax 4X2 blanca. Ellos tres llegaron al municipio de Dagua a las 8:30 p.m. aproximadamente, decidieron hacer una parada para cenar y dejaron la camioneta estacionada cerca a una estación de gasolina, perdiéndola de vista mientras estaban en el restaurante. Allí estuvieron cerca de 1 hora. Este vehículo en su parte trasera tiene una cama de carga o platón descapotada, la cual cargaba una pequeña caja de icopor (48 cm largo, 30 cm de alto y 28 cm de ancho), la cual contenía tres bolsas selladas de presas de pollo congeladas; dicha caja había sido amarrada en su parte externa por una cuerda amarilla”, se lee en el documento.
El relato del líder social sigue: “A las 9:30 p.m. Jota y sus dos acompañantes regresan al automóvil en el que se desplazaban y deciden dirigirse hasta el centro de Dagua, con el fin de comprar algunas cervezas. Luego, regresan a la estación de gasolina para allí tomar las cervezas y conversar. Al regresar a dicho punto, fueron abordados por cuatro agentes de policía que se desplazaban en motocicletas, quienes les solicitaron una requisa a la que accedieron”.
Según cuenta el joven, de manera inmediata e inesperada uno de los agentes se montó al platón de la camioneta y se dirigió hacia la caja de icopor, que según Jota Ramos, “ya no estaba asegurada con la cuerda amarilla”. Posteriormente, en el documento se afirma que el policía abrió la caja y les dijo a sus compañeros: “¡jefe positivo, hay bastante!” “Jota se acercó a la caja de icopor y se enteró en ese momento de que han introducido unos paquetes que él no reconoce como suyos”, dice.
“Posteriormente fueron conducidos hacia la estación de policía de Dagua. Allí Jota Ramos, junto a las otras personas, fueron interrogadas por una persona vestida de civil en un cuarto aislado de la estación de policía, quien además no se identificó ni con su nombre ni con su rango. Durante 10 minutos esta persona se dirigió a Jota presionándolo para que diera información y nombres insinuando con ello su pertenencia a un grupo de tráfico de estupefacientes”, se lee en el comunicado.
Al conocer esta denuncia, El País se contactó con la oficina de prensa de la Policía Valle, pues son ellos quienes están a cargo de los patrullajes en Dagua, y puso en conocimiento la información entregada por Jhon Javier Ramos. Desde la oficina afirmaron que inmediatamente indagarán por los hechos ocurridos durante la noche del 24 de marzo y entregarán a este diario una respuesta lo más pronto posible.