El Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, dio a conocer ante el Senado que la violencia en Colombia se ha duplicado desde la firma de los Acuerdos de Paz en 2016.
Una de las cifras más preocupantes que entregó el funcionario fue el aumento del número de los conflictos en el país, pues cuando se firmó el Acuerdo de Paz, en el territorio nacional había tres frentes abiertos y ahora son seis.
Por otro lado, el Alto Comisionado para la Paz, destacó el aumento de tropas por parte del Clan del Golfo ya que, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, se estimaba que este grupo criminal contaba con 2500 hombres y ahora, “de acuerdo con la información institucional, son 6000 hombres en armas. Inclusive, fuentes externas dicen que son 9000″.
Estos hombres estarían dispuestos a realizar operaciones militares y de narcotráfico, además se encontrarían en 14 departamentos del país.
Por su parte, la guerrilla del ELN no se queda atrás, pues su número de hombres se habría duplicado, así lo afirmó el senador Iván Cepeda, quien reveló que esta organización al margen de la ley pasó de tener 2900 integrantes a 5800 en los últimos años.
Respecto a otros grupos criminales, el Alto Comisionado informó que las disidencias de las Farc, bajo el mando de Iván Mordisco, cuentan con 2800 hombres y operan en 16 departamentos del país. Además, dijo que La Segunda Marquetalia tiene 1800 militantes.
Según estos datos, el Gobierno Nacional se tiene que enfrentar, política o militarmente, a 4600 disidentes del Proceso de Paz de 2016, casi un 35 % del total de personas que se acogieron a dicha negociación.
Para el experto en seguridad nacional, Alberto Sánchez, el deterioro de la estrategia de defensa en el país es algo que viene desde el gobierno de Iván Duque y que ahora, con el de Gustavo Petro, “el crecimiento de los grupos armados continuó por la falta de un plan. Además, debido a la mala ejecución de la Paz Total, se puede estar generando que los grupos se muestren como actores mucho más fuertes de lo que probablemente son y eso implica que se incrementen los ataques contra la infraestructura, la Fuerza Pública y los enfrentamientos entre estos mismos por el control de distintas zonas”.
Para el analista en seguridad Néstor Rosanía, el crecimiento de los grupos armados no es un tema nuevo y no se remite solo a este Gobierno. Según él, todo inició “terminando el periodo de Juan Manuel Santos y tuvo su crecimiento exponencial en el gobierno de Iván Duque donde se hicieron denuncias de que iban creciendo en el territorio y funcionarios como Diego Molano y Rafael Guarín, son responsables de esto”.
Alberto Sánchez enfatizó que Gustavo Petro no puede confundir los objetivos que tiene con la Paz Total con las necesidades de la política de seguridad. “Eso es un grave error que le puede jugar en contra al Estado, no solo por los resultados específicos de la Paz Total, sino por los impactos en gobernabilidad. La discusión abierta con alcaldes y gobernadores en el tema de ‘libertad y orden’ es un muy buen ejemplo de esas implicaciones”.
Otro de los grandes problemas para la paz y la seguridad nacional que buscan lograr desde la presidencia, según Néstor Rosanía, es la fragmentación de la guerra en Colombia.
“En la teoría los conflictos más difíciles de afrontar son los de alta fragmentación ya que no hay una unidad de mando y se presentan muchos grupos en las regiones, eso hace que entablar una negociación directa con las estructuras armadas sea cada vez más difícil”, explicó Rosanía.
Por su parte, Alberto Sánchez catalogó como paradójico que sea el Alto Comisionado para la Paz el que haya entregado las cifras y no el Ministro de Defensa. “Los anuncios de ese control que hace el Alto Comisionado no representan una aclaración por parte del Ministerio de la Defensa, sobre todo porque en la información que dio Danilo Rueda hay fuentes externas”.
Según el experto, el hecho de que Danilo Rueda haya citado cifras de instituciones u organizaciones que no son parte de la cartera de la Defensa ni de las Fuerzas Militares, “es muy preocupante ya que en los informes de seguridad nacional el sector defensa no está teniendo un rol protagónico como debería de tenerlo. Ellos deben estar al frente en la coordinación de las políticas y de la estrategia de seguridad del país”.