Este viernes, 17 de enero, se reportó una nueva masacre que sacude a Colombia. De acuerdo con los reportes, nueve hombres fueron encontrados sin vida en el municipio de Montelíbano, Córdoba, después de ser trasladados desde el sector de Minguillo, en la zona rural de Santa Rosa del Sur, Bolívar.
La información, confirmada por fuentes oficiales a SEMANA, apunta a que estos asesinatos están vinculados a los enfrentamientos entre facciones de grupos armados ilegales, entre ellos el Clan del Golfo y el ELN.
Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al hospital de Montelíbano, donde las autoridades están llevando a cabo los procedimientos forenses necesarios para identificar a los fallecidos.
Se informó que cinco de los cadáveres fueron hallados envueltos en sábanas y plásticos, mientras que los otros cuatro portaban uniformes exclusivos de la fuerza pública, lo que ha generado diversas especulaciones sobre su identidad y posibles vínculos con las autoridades o antecedentes previos.
Las primeras investigaciones sugieren que el crimen se enmarca en la violenta disputa por el control de una zona estratégica que conecta el sur de Córdoba, el Bajo Cauca antioqueño, el nordeste de Antioquia y el sur de Bolívar.
Este nuevo episodio de violencia subraya la creciente tensión y el poderío de los grupos armados en áreas rurales del país, donde la presencia del Estado sigue siendo insuficiente para frenar la violencia y proteger a las comunidades.
Este nuevo hecho violento sería la quinta masacre registrada en lo que va del año, ya que apenas en la mañana de este viernes se confirmó un triple asesinato en Puerto Tejada, al norte del Cauca.
Este nuevo acto de violencia se suma a las recientes masacres ocurridas en Barrancabermeja, Santander, en Tibú, Norte de Santander, y en la ciudad de Cali, Valle del Cauca, reflejando la persistente ola de homicidios en diversas regiones del país.