La captura en una lujosa vivienda en Cali del señalado narcotraficante Lucio Burbano Portilla, a quien se le halló una caleta con $8.700 millones, ratifica que la capital del Valle es el puerto seguro para los cabecillas de organizaciones ilegales que operan por todo el Pacífico colombiano.
De acuerdo con la información obtenida por El País, Burbano Portilla llevaba varios años residiendo en Cali, pero su principal centro de operaciones era el municipio de Tumaco, en el pacífico nariñense.
Allí empezó como comerciante de carnes y frigoríficos y a finales de los años 90 fue uno de los hombres clave para la entrada de las autodefensas en esa zona del país.
Para entonces Burbano Portilla se desempeñaba como empleado de la Dirección Marítima y Portuaria de Tumaco, en el grado de especialista primero, y aportó armas cortas, motocicletas y material logístico para el grupo que comandó en un principio el exjefe paramilitar Horacio de Jesús Mejía, alias Caldo frío.
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Así lo ratificó el propio jefe paramilitar durante una audiencia de sometimiento ante la Justicia Transicional en el año 2004, en la que reveló que alias El Señor, como se conoce a Burbano, realizaba aportes para que los paramilitares, en ese entonces el frente Libertadores del Sur, le brindaran “seguridad al pueblo”.
Reconoció el paramilitar Horacio de Jesús Mejía que para ingresar en Nariño, llegó primero a Cali en 1999 acompañado de diez muchachos de Caucasia (Antioquia) para crear las autodefensas en Nariño y que fue Burbano quien le entregó armas cortas compradas legalmente en la Brigada y con su respectivo salvoconducto, pero también aportó armas ilegales.
El frente Libertadores del Sur centró sus operaciones en el asesinato de milicianos e integrantes de grupos guerrilleros y en el 2000 fue absorbido por el Bloque Central Bolívar, al mando de Carlos Mario Jiménez (‘Macaco’).
Burbano Portilla ya había sido objeto de un proceso de extinción de dominio en el que le fueron incautados 143 bienes inmuebles, 9 establecimientos comerciales y una entidad financiera que sumaron un valor aproximado de US$30 millones de dólares, según la Gaceta del Congreso fechada el 30 de julio del 2008.
Deambulando entre ilegales
Tras la desmovilización de los grupos paramilitares, el poder del narcotráfico en las regiones quedó exclusivamente en las organizaciones guerrilleras y Burbano Portilla garantizó su continuidad en el negocio junto a la columna Oliver Sinisterra.
De esa manera el tráfico de drogas en su organización se realizaba a través de la provincia de Esmeraldas en Ecuador, por donde era sacada la droga.
El general Giovanni Ponce Parra, director nacional de Investigación Antidrogas de la Policía de Ecuador, señaló que en este operativo conjunto, en el que también participó la Fiscalía de Ecuador, “se realizaron siete allanamientos en la provincia de Esmeraldas, logrando la detención de tres ecuatorianos, un colombianos y doce teléfonos celulares”.
“Simultáneamente se realizaron diez allanamientos en Colombia en los departamentos de Valle del Cauca y Nariño, logrando la incautación de 2,5 toneladas de droga, dos lanchas rápidas, dos vehículos, diez detenidos y la caleta en Cali con más de $8.000 millones”, dijo el general Ponce.
Agregaron las autoridades ecuatorianas que la organización de Burbano Portilla “tenía vínculos con el cartel mexicano de Sinaloa y con los grupos armados organizados residuales de la guerrilla de las Farc Oliver Sinisterra y el grupo armado Los Contadores para el paso de alcaloide por sus territorios.
Por su parte el fiscal general, Francisco Barbosa, agregó que en el operativo contra esta organización se detuvieron diez personas y se encontraron también relojes y joyas.
Indicó la Fiscalía que la droga era acopiada en Tumaco y luego llevada en embarcaciones a Pampanal de Bolívar, en Ecuador, y luego era enviada a Honduras, Guatemala, México y EE.UU.
Pedido del Concejo
La bancada conservadora pidió a la Alcaldía hacer gestión para que el dinero hallado en la caleta se destine a la seguridad de la ciudad.
“No puede seguir pasando que Cali pone los muertos y se ve afectada por todo lo negativo del narcotráfico, y que cuando se encuentran caletas de la mafia, los recursos no se queden en la ciudad generando la inversión pública necesaria para reducir las brechas de la inseguridad y la pobreza", dijo Fernando Tamayo.