La directora de la Unidad de Desmantelamientos de Bandas Criminales de la Fiscalía General de la Nación, Martha Mancera, asegura que, de los 132 homicidios de excombatientes de las Farc que su entidad tiene a cargo, por lo menos el 50 % ya está esclarecido.
Si bien afirma que no hay una operación sistemática de exterminio de exmilicianos, señala que sí hay pruebas de que al menos en 51 casos alguna estructura ilegal (incluidas las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo, el ELN y el EPL), está detrás del crimen.
Hay casos en los que los excombatientes han sido asesinados por negarse a volver a la ilegalidad y en dos ocasiones los presuntos responsables fueron miembros de la Fuerza Pública.
En este momento, ¿cuál es el propósito de la Unidad en cuanto a excombatientes se trata?
La Unidad fue creada luego de la firma final del Acuerdo de Paz. En este caso, se hace un rediseño de la Fiscalía para enfrentar el posconflicto, que no solamente es la seguridad ciudadana, el impacto al crimen organizado y la renta ilícita que puede estar en los grupos al margen de la ley.
En el rediseño, la Unidad queda dentro de la estrategia o al lado del Fiscal General que implica que debemos ser transversales a la delegada de finanzas criminales, el crimen organizado y la seguridad ciudadana, esto teniendo un primer objetivo que es esclarecer los homicidios de excombatientes, lo que nos llevó a establecer una estrategia.
¿En qué consiste tal estrategia?
Hemos empezado a organizar la estrategia que permita establecer, por ejemplo, quiénes son las víctimas, no solamente en la época de la guerra sino hoy dentro del territorio y verificar cuál garantía de seguridad tenía dentro para continuar con su reincorporación.
Al tener esto se generó una única línea de focalizar esfuerzos en lugares de mayor afectación. Para eso creamos tres equipos territoriales que están en Urabá, con sede específica en Apartadó. Creamos la de Popayán, que relaciona todo el departamento del Cauca, y un tercero en Nariño, que es Tumaco.
¿Solamente están en esos lugares o en alguna otra parte del país?
Después de la creación de las unidades territoriales se forman los itinerantes que responden a los lugares donde no solo se ha revictimizado excombatientes sino también líderes sociales.
En Norte de Santander tenemos una unidad en Cúcuta, en Putumayo estamos en Puerto Asís, en Norte del Valle tenemos asignación en Buga, tenemos todo lo que tiene que ver con Antioquia con sede en Medellín, también hay itinerante en Córdoba y por último en Meta. En esas zonas no solo estamos esclareciendo homicidios de excombatientes también lo que hacemos es establecer quien ordenó el homicidio de los exguerrilleros.
Es una estrategia completa, ¿esto también implica conocer los delitos que se cometen en contra de los excombatientes?
Sí. Tenemos identificadas afectaciones graves a excombatientes. En este caso son homicidios, homicidios en grado de tentativa y desapariciones. Esas son las tres líneas más importantes seguido de las amenazas. En este momento, la Unidad investiga 132 homicidios de excombatientes en todo el país.
De esos 132 homicidios, nueve exintegrantes de las Farc fueron víctimas de desaparición forzada, 107 fueron víctimas de homicidio y 16 están tipificados como tentativa de homicidio.
Hay identificación de delitos por ende como ente acusador se han generado investigaciones. ¿Qué ha resultado de todo ello?
Es importante mencionarlo porque la Unidad ha logrado tener un esclarecimiento de hechos en al menos el 50 %. De los 132 casos tengo en sentencia de ejecución de penas, tres condenas que vinculan a ocho personas de los cuales seis están privadas de la libertad.
Tenemos en juicio 13 casos, en el cual hay 30 personas vinculadas y 15 detenidas –las otras 15 las estamos buscando con orden de captura–. La Unidad tiene 29 casos con formulación de imputación, en los cuales tenemos 77 vinculados y 30 capturados.
Cuando yo hablo de 77 vinculados hablo, entre tantos, de los del Comando Central del ELN. Pues en investigaciones tengo siete casos en los cuales han sido procesados en ausencia. Todo esto suma el 50% del esclarecimiento.
¿Por qué causas mueren los excombatientes?
En al menos 30 casos hemos identificado que la muerte se registra porque han vuelto a delinquir, en los cuales se vinculan nuevamente con el tráfico de estupefaciente, los cultivos ilícitos o disputa en el territorio.
Ocho han sido por motivos personales, (riña, situaciones propia de los excombatientes con la comunidad). Hay cuatro casos que aún me falta por esclarecer qué fue lo que pasó. Tenemos cinco casos de excombatientes que han muerto por su calidad de excombatiente. De esos cinco, tres murieron socializando el proceso de paz, dos mueren por oponerse a ser miembro de una estructura al margen de la ley.
¿Quiénes matan a los excombatientes?
En la Unidad tenemos claro que el Clan del Golfo tiene responsabilidad en ocho asesinatos, las disidencias de las Farc tiene 24 homicidios, es la principal estructura al margen de la ley que revictimiza a los excombatientes, el ELN tiene siete casos, el EPL o los denominados Pelusos tiene cinco, organizaciones tipo c (grupos armados organizados que operan a nivel local), 7, y la Fuerza Pública tiene dos.
Esclarecer los homicidios de los excombatientes no es fácil. No suceden en la vereda cerca, por lo general quedan en las veredas del ‘nunca jamás’. Sin embargo tenemos un rango de esclarecimiento de uno a cuatro meses. De resto debemos entrar al territorio a verificar quienes son los responsables.
¿Las muertes de los excombatientes se puede considerar como sistemáticas?
No. Hay una violencia generalizada por estos grupos al margen de la ley. Por ejemplo en El Tarra, allá fueron 10 personas muertas, eso ocurrió en julio de 2018. Cuando nosotros miramos la calidad de las personas que fallecieron, nos quedó un saldo de un líder social, cuatro excombatientes y cinco personas de la comunidad. A esto no se le puede decir que hay algo sistemático.
Si nosotros revisamos cuáles son las disputas que se generan en ese territorio encontramos que casi siempre se da por la disputa del territorio. Por pertenecer al procesamiento de droga.
Los excombatientes antes de ser asesinados reciben amenazas. ¿Ustedes conocen de las mismas?
En amenazas denunciadas tenemos 90 casos con 106 víctimas. Estas son en Tumaco, Bogotá (denunciadas en la capital, ocurridas en zona rural del país), Arauquita, La Montañita, Cantagallo, Puerto Asís, Tibú, Cali y Guapí.
¿Cómo proceden?
Para los excombatientes tenemos rutas que están creadas desde la Fiscalía y que vinculan a la Unidad Nacional de Protección (UNP). La Unidad trabaja de manera conjunta con entidades gubernamentales. En este caso, lo hacemos con miembros del partido de la Farc, miembro de la UNP y por supuesto miembros de la Fiscalía. Lo que podemos decir es que tenemos una estrategia con fiscales que le notifican a la UNP.
Zonas con más casos
En Antioquia, el municipio de mayor afectación es Ituango. Ahí van 16 crímenes.
En Nariño hay afectación: Tumaco tiene 13 casos.
En Cauca, lo que es Argelia y El Plateado es una situación de sumo riesgo para los excombatientes por el narcotráfico, hay ocho casos. En Corinto van cuatro. En Patía también cuatro.
En Norte de Santander también se han presentado homicidios de excombatientes, al igual que en Putumayo.
Y en Chocó, en el municipio de Riosucio, se cuentan cuatro asesinatos.