Redacción de El País y Colprensa
Santiago Uribe Vélez, hermano menor del expresidente Alvaro Uribe, fue absuelto, en una primera instancia de las acusaciones de pertenecer al grupo paramilitar los 12 Apóstoles.
Uribe estaba acusado también de concierto para delinquir y homicidio agravado. La primera reacción del expresidente Álvaro Uribe fue “gracias a Dios”.
El fallo está relacionado por los presuntos vínculos de Santiago Uribe con la conformación del grupo paramilitar “Los 12 apóstoles”, que sembró el terror en Antioquia, además del crimen de Camilo Barrientos, perpetrado en 1994.
La investigación señaló a Los 12 apóstoles como el presunto responsable de cerca de 400 asesinatos en Antioquia entre 1990 y 1998, en medio de un contexto discriminatorio, al ser señalados como auxiliadores de la guerrilla. En ese escenario, Santiago Uribe fue interrogado por presuntos vínculos con este grupo, pero la investigación en su contra fue archivada en 1999 por falta de pruebas y luego se reactivó en 2010, cuando apareció el que es considerado el testigo clave del caso, el mayor (r) Juan Carlos Meneses, quien comandó la Policía en Yarumal, Antioquia.
En una entrevista, Meneses explicó que cuando llegó al municipio de Yarumal, presunto centro de operaciones de ese grupo paramilitar, el oficial saliente, identificado como el entonces capitán Pedro Benavides, le dijo que tenía que apoyar a un grupo que hacía limpieza social en la zona, el cual era comandando por Santiago Uribe Vélez.
“Él es un ganadero de la región que tiene la hacienda cerca de Yarumal, la hacienda La Carolina”, que heredó de su padre Alberto Uribe Sierra, le advirtió Benavides a Meneses.
En esa hacienda, según el proceso, Santiago Uribe, sostuvo reuniones con este grupo paramilitar para coordinar su accionar criminal. En la investigación, testigos como Alexander Amaya, un escolta de Meneses para la época, aseguró haber presenciado una de esas reuniones.
También aparecieron otros testigos que declararon como a esas reuniones habrían asistido ganaderos, miembros de la Policía y hasta un sacerdote. “El nombre del grupo se debe a que uno de sus integrantes era un sacerdote de apellido Palacios, quien cargaba una biblia hueca donde escondía su pistola.
Entre las víctimas de esos asesinatos selectivos está el conductor de chiva Camilo Barrientos, ocurrido el 25 de febrero de 1994. Ese día dos de los pasajeros que transportaba lo asesinaron luego de pedirle que se detuviera. Bajo esa investigación, Santiago Uribe fue detenido en febrero de 2016 y posteriormente liberado en marzo de 2018 por vencimiento de términos. Luego, en junio de 2017, la Fiscalía confirmó que lo llevaría a juicio.
Las audiencias terminaron el 9 de febrero de 2021. La Fiscalía y las víctimas solicitaron su condena, mientras que la Procuraduría, aunque estuvo de acuerdo con la primera decisión, no compartió la misma opinión con el asesinato de Barrientos porque dijo “se presenta duda razonable en relación con la responsabilidad”, por lo que pidió su absolución.
Entre tanto, la defensa de Santiago Uribe, encabezada por Jaime Granados, argumentó durante el caso que su cliente no ha cometido delitos, que hay testigos que han mentido en el caso y que la Fiscalía no ha demostrado su teoría.
La decisión
La decisión del juzgado de Antioquia además de desestimar los testigos que hablaron durante el juicio, pone en entredicho también un reciente informe del Grupo de Análisis de la Información de la Jurisdicción Especial para la Paz, que ubicó a Santiago Uribe Vélez, como líder del organigrama de la agrupación paramilitar Los 12 Apóstoles.
Juan Felipe Arboleda, líder de ese grupo, explicó, según el periódico El Tiempo, que Santiago Uribe era el comandante, seguido del párroco de Yarumal Gonzalo Palacios.
“En la hacienda La Carolina el comandante del distrito de la Policía, junto a Santiago Uribe Vélez y el párroco Gonzalo Palacios, concertaban las operaciones y determinaban los blancos”, expresó Arboleda, al rotativo de Bogotá.