Hay preocupación en Cali luego de que el pasado domingo se registraran siete asesinatos entre las 12 de la medianoche y las 6:50 de la mañana, algunos de ellos producto de riñas en medio de fiestas familiares y el consumo elevado de alcohol, lo que hace preguntarse si el horario de la rumba en la ciudad se debe reducir.
Históricamente el domingo ha sido el día de la semana en que más homicidios se cometen en la ciudad, muchos de ellos provocados por el consumo de licor en fiestas de barrio, bares o en grandes establecimientos de entretenimiento nocturno que inician los sábados en la noche y terminan en la madrugada del domingo.
Según cifras del Observatorio de Seguridad de Cali, entre el 1 de enero y el 23 de abril de 2023 se han cometido 316 asesinatos en la ciudad y de esta cifra, 76 han ocurrido el domingo.
Estos datos hacen preguntarse si el horario de la rumba en Cali, que para discotecas es hasta las 3:00 a.m., se debe reducir o si esto no influye en el comportamiento violento de los caleños durante las madrugadas de los domingos.
“El licor y la rumba son factores que aumentan el riesgo de que ocurran homicidios. El licor libera a las personas y las lleva a reaccionar de una manera violenta, generando riñas o enfrentamientos. Además, el ambiente de la rumba lleva a que personas de alto riesgo (como narcotraficantes o pandilleros) bajen la guardia y sean blanco fácil de sicariatos y ajustes de cuentas”, explicó Pablo Uribe, experto en temas de seguridad.
Según Andrés Felipe Galindo, experto en seguridad, “la mayoría de los homicidios del domingo se gestan el sábado y terminan en riñas con resultados trágicos el domingo. Lo curioso es que ya tenemos claro cuáles son esas zonas de la ciudad donde más ocurren casos de violencia asociados a riñas. Saber eso debería aportarnos datos para tener mecanismos preventivos, que interrumpan efectivamente la violencia. Esto no es nuevo, pero nos sigue ocurriendo”.
Según Galindo, no cree que reducir el horario de rumba en Cali sirva para bajar la cifra de homicidios de los domingos. “Las riñas muchas veces se presentan en la calle, en los antejardines, en las casas. Son rumbas callejeras, fiestas en los barrios e incluso reuniones familiares. No es en discotecas o clubes nocturnos. Eso cambia drásticamente el abanico de posibilidades de respuesta a este problema”.
Otra voz autorizada para hablar del tema es la de Carlos Soler, exsecretario de seguridad de Cali hasta el año pasado, quien aseveró: “En Cali el día que más se consume licor es el sábado desde las 9:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. del domingo. Es claro que el consumo de alcohol y los homicidios están relacionados directamente en varios sectores de la ciudad. Por este motivo nosotros habíamos implementado trabajos con la Fuerza Pública controlando las motos y verificando antecedentes de sus ocupantes. Además, la Fiscalía nos ayudaba mucho con allanamientos de quienes eran los generadores de diferentes fenómenos como microtráfico, narcotráfico, invasiones de tierra, extorsión, entre otros. Eso lo hacíamos los viernes entre las 7:00 p.m. y la 1:00 a.m. y con eso desincentivamos la comisión de muchos delitos”.
El exsecretario afirmó que ese trabajo se ha seguido haciendo, pero “hay que darle mayor dimensión, focalización y volverlo más robusto. Es decir, hay que entregarle mucho apoyo a las autoridades y que tengan, Policía, Ejército y Tránsito, más vehículos. Adicionalmente, se deben realizar planes de control fantasma y que muchos policías se dirijan a puntos convergentes”.
Sobre reducir el horario de la rumba en Cali, Soler dice que “tener la fiesta hasta las 3:00 a.m. permite reactivar el comercio que estaba un poco estancado durante la pandemia. Yo haría más control en las fiestas de los barrios porque es en estos lugares donde se generan los problemas. Hay que tener operativos entre las 2 y 3 de la mañana y eso requiere un esfuerzo muy grande de nuestra Fuerza Pública”.
“Reducir el horario de rumba es una pésima idea que no va a solucionar el problema y antes va a generar consecuencias negativas para Cali. Primero, la gente va a seguir enrumbándose y tomando licor los fines de semana, sin importar el horario de rumba. Si lo reducimos se van a ir a sus casas y las calles de los barrios, dispersados por todo Cali y sin supervisión, lo cual va a ser peor. Si mantenemos el horario de rumba vamos a tener a la gente en unos sitios específicos en donde es más fácil vigilar”, dijo Pablo Uribe.