En el departamento del Cauca se presentan más casos que demuestran que son los grupos armados al margen de la ley los que tienen el control de las veredas y corregimientos, así quedó demostrado en las últimas horas algunos integrantes del Ejército denunciaron que un soldado y civil fueron secuestrados y luego asesinados.
De acuerdo con el relato obtenido por El País, el soldado Víctor Manuel Muñoz Rojas y el joven campesino Eder Emigdio Dávila Criollo fueron retenidos por sujetos armados cuando se movilizaban por el sector de La Barca, zona rural del municipio de El Patía.
“La versión que logramos obtener es que a finales de agosto los dos muchachos llegaron hasta población rural, porque posiblemente pretendían llegar a Argelia; sin embargo, cuando arribaron a La Barca fueron interceptados por varios sujetos que se movilizaban en una camioneta, luego fueron obligados a subirse a la fuerza a este vehículo, desde ese momento se perdió comunicación con ellos”, explicaron los militares, quienes solicitaron mantenerse en el anonimato.
Después que familiares de las víctimas alertaran de esta situación, la fuerza pública desplegó un operativo en esta zona, la cual es considerada como limítrofe entre los municipios de Balboa y El Patía. Sin embargo, estas acciones no dieron ningún resultado. También los seres queridos empezaron la búsqueda de los ambos jóvenes, aprovechando las redes sociales.
“Víctor era de acá de Argelia, donde está la familia, y ese día lo que pasó fue que él viajó a Pasto, Nariño, a visitar la abuela porque está enferma, aprovechando el permiso, y de regreso pasó lo de la retención, con el otro joven, que no sabemos quién era, posiblemente un conocido que al parecer se ofreció a llevarlo, eso está por corroborarse, ya después ambos aparecieron muertos”, explicaron pobladores de la zona. El joven estaba adscrito a un batallón que está ubicado en El Estrecho, El Patía.
Y es que fue la misma comunidad la que informó de este doble homicidio, y en las diligencias judiciales, las autoridades terminaron de comprobar que se trataban de los jóvenes Víctor Manuel Muñoz Rojas y el joven Eder Emigdio Dávila Criollo, los mismos que fueron reportados como secuestrados en el sector de La Barca.
También corroboraron que Víctor Manuel Muñoz Rojas prestaba servicio militar en dicha institución, y aprovechando un permiso que le dieron tras tomar juramento a la bandera, buscaba llegar posiblemente a Argelia luego de visitar una familiar en Nariño. La otra víctima al parecer era un amigo o conocido que lo acompañaba.
“Es mejor no viajar a Argelia por este lado, muchas personas optan por tomar vías secundarias para evitar caer en los retenes ilegales que a diario ejecutan los grupos armados ilegales en esta tramo de la Panamericana y la carretera que va desde esta última hacia este municipio, seguro los muchachos no tomaron en cuenta esta realidad y cayeron en poder de un grupo ilegal de los tantos que ahora delinquen en este punto del sur del Cauca”, denuncia por su parte un líder campesino, quien temor ante la violencia que se registra en esta parte del país, pidió no revelar su identidad.
A pesar de que de este hecho es de conocimiento público, hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado frente al tema, menos la fuerza pública, la cual ahora libra una dura guerra para volver a tener el control de municipios como El Patía, Balboa, Mercaderes o Argelia.
Se intentó establecer comunicación con los oficiales del Ejército, pero esto no fue posible; sin embargo, en las redes sociales los amigos y allegados de las víctimas relatan lo sucedido en medio de los mensajes de condolencia y solidaridad que comparten con las familias. Las víctimas tenían 20 y 27 años.
Hay que tener presente que en estos momentos existe una marcada pugna militar entre las disidencias de las Farc, la Segunda Marquetalia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, organizaciones armadas al margen de la ley que buscan tener el control de estas poblaciones, como queda evidenciado con este doble homicidio así como con el secuestro de la concejal de Argelia, Sandra Betancourt.