Por: Anderson Zapata y Laura Cortez
Luego de estar durante dos meses al frente de la dirección de la Policía Metropolitana de Cali, el coronel Carlos Oviedo habló con El País sobre cómo ha sido el trabajo que se ha realizado en la ciudad con el objetivo de contener delitos de alto impacto como el homicidio, el hurto y la extorsión.
El uniformado explicó a qué se debe la reducción del 24 % en materia de homicidios en febrero, cómo se está combatiendo el hurto a través del control en las vías y expresó su preocupación por lo que ocurre en la zona rural de Jamundí, pues este municipio también está bajo su mando.
¿Cuál es su balance de los primeros dos meses del año en materia de seguridad?
Cuando llegué sentí un respaldo de las autoridades políticas, de la señora Gobernadora del Valle y del señor Alcalde, con quienes tuvimos la oportunidad de reunirnos en noviembre, cuando eran electos y visitaron la Dirección General de la Policía Nacional en Bogotá, por eso yo entendía lo que querían ellos en materia de seguridad.
El Alcalde nos dio unos requerimientos para recuperar zonas complejas de la ciudad, especialmente en el centro, por lo que fue hacia allá que empezamos a diseñar la estrategia, a hacer trabajos coordinados con la Secretaría de Movilidad y por eso, a través de controles, empezamos a mandar mensajes a la comunidad de que hay que respetar las normas de tránsito y estar bajo la legalidad.
Hay que decir que un gran porcentaje de los delitos que ocurren en Cali tienen que ver con motociclistas, con el parrillero hombre y con armas de fuego que allí se transportan, por ello enfocamos el esfuerzo en ejecutar controles a los motociclistas para así empezar a golpear donde se están presentando los delitos.
¿En qué cree que ha radicado la reducción de los homicidios en Cali en los primeros dos meses?
La estrategia de seguridad integral tiene tres delitos priorizados, uno de ellos el homicidio, por eso hemos creado unos convoy por la vida y tenido mucha presencia institucional en las calles.
Hemos hecho muchas incautaciones de armas de fuego, controles, registros y el Plan Semáforo que nos permite generar sensación de seguridad, todo esto con el objetivo de desmotivar a los actores criminales y que no cometan hechos contra la vida e integridad de los caleños. En este momento hay mucha presencia institucional y, cuando se requiere, la reacción es oportuna. Además, tenemos un 45 % de esclarecimiento y se han capturado 87 personas por homicidio. Estas son unas cifras que nos permiten dar unos resultados contundentes de la parte preventiva y reactiva.
¿Qué hay detrás de las peleas entre jóvenes en el oriente de Cali? ¿Están siendo instrumentalizados por bandas criminales?
No se descarta la instrumentalización y nosotros, a través de la seccional de Inteligencia, hacemos esos análisis. Lo que sí podemos decir es que el tema desde el pandillismo y el güireo inicia como un juego, pero ya está escalando entre jóvenes que buscan tener un dominio de su barrio o de su cuadra, por ello los grupos de delincuencia común organizada ven en estos jóvenes un potencial para fortalecer su capacidad operativa y empiezan a darles armas de fuego, cuando inicialmente se peleaban con palos y piedras. Así es como poco a poco van reclutándolos y volviéndolos una especie de líderes de las pandillas.
Estamos haciendo un trabajo muy fuerte con la seccional de Investigación Criminal para detectar cuáles son estas estructuras que quieren instrumentalizar a los jóvenes y poder hacer acciones fuertes y desarticular estos grupos.
¿Cuál es su principal preocupación en materia de seguridad en Cali?
Un ejemplo claro de esto es que en el más reciente Consejo de Seguridad vimos que hay cuatro comunas que inicialmente no estaban dentro de las priorizadas y se están viendo altamente impactadas por casos de homicidio, por ello decidimos cambiar la estrategia y dirigir todo el esfuerzo institucional a esas cuatro comunas.
Más que preocupado me siento muy optimista porque he visto el buen comportamiento de la ciudadanía, cuando tenemos la oportunidad de ir a hablar con los líderes, con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal, ellos reconocen el trabajo que se está realizando, ven más presencia de la Institución y también denuncian sus preocupaciones en ciertos puntos, sobre todo el tema del microtráfico, por ello la idea es trabajar con la Seccional de Investigación Criminal basados en esa información.
¿Qué se está haciendo en Jamundí para evitar que la violencia que se vive en la zona rural llegue al área urbana?
Nosotros como Policía Metropolitana de Cali tenemos responsabilidad en Jamundí, por eso ya hemos venido asistiendo a varios consejos de seguridad, el más reciente ocurrió el pasado lunes en el que analizamos la alerta de la Defensoría del Pueblo y mirando los últimos escenarios o eventos que se han presentado.
A la población hay que decirle que el compromiso es total de la Policía Nacional y de nuestro Ejército Nacional. El Ejército ya está enviando tropas para garantizar la seguridad en unos puntos estratégicos de la zona alta de Jamundí y nosotros como Policía, desde el sector urbano, también hemos fortalecido el pie de fuerza. Estamos enviando reacciones desde Cali para apoyar en puntos críticos y tenemos presencia en la parte plana del municipio en dos subestaciones rurales.