Encontraron los restos de cinco personas que fueron desmembradas y puestas en cuatro sacos y bolsas negras abandonados en plena vía pública, en el corregimiento de Pelechúa, zona rural del distrito de Riohacha, departamento de La Guajira.
De acuerdo con los habitantes del sector, los costales habían sido arrojados en la vía por el conductor de un vehículo que entró al corregimiento a alta velocidad en la media noche del domingo.
Los restos humanos fueron hallados en cercanías de la orilla del río Tapia. Hasta ahora, las víctimas de esta atroz masacre aún no han sido identificados.
Hasta el lugar de los hechos llegaron los uniformados del Departamento de Policía de La Guajira, para acordonar la zona. Las autoridades están a la espera de una comisión de la Dijín, a la capital del Departamento de La Guajira, para realizar el procedimiento del levantamiento de los cuerpos desmembrados y así poder verificar sus identidades.
La Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Ambientales y Liderazgos de la Sierra Nevada rechazó este hecho de violencia y manifestó que el Estado colombiano tiene que frenar la ola de violencia en el país. “El hallazgo de cuatro costales (sacos) con entre 4 y 5 cadáveres desmembrados, tipifica una nueva masacre en la Guajira con altísimos niveles de sevicia, así como las anteriores. El Estado está en la obligación de frenar esta oleada de terror”, dijeron en su cuenta de Twitter.
Además, el defensor de derechos humanos Lerber Dimas, Director Ejecutivo de entidad nombrada anteriormente, dijo que, “Volvieron las prácticas que hicieron famoso al frente ‘Contrainsurgencia Wayuu’. Tres masacres en lo que va del año, muestran el pan de cada día: violencia, abandono y miedo. No es posible vivir así en Colombia”.
Este macabro hallazgo prendió las alarmas de las autoridades de La Guajira, ya que el pasado 15 de abril, se registró un hecho parecido en el departamento. Cuatro hombres oriundos de Santa Marte, Magdalena, fueron desmembrados y metidos dentro de sacos en inmediaciones del municipio de Dibulla, a menos de 60 kilómetros de donde se encontraron los sacos en la madrugada del domingo.
Cabe mencionar que los habitantes de esta zona que se dieron cuenta de los sacos, afirmaron que no tienen conocimiento de personas de la región desaparecidas, por lo que las autoridades investigan si los cuerpos encontrados pertenecen a personas de otra zona de la región.
Cabe recodar también que en varios municipios del departamento de La Guajira, han circulado panfletos con amenazas por parte de grupos al margen de la ley. En estos, los grupos han anunciado una “limpieza social”, de hecho, ya varias de las personas mencionadas han sido asesinados en esta región.
Con este hecho de violencia sería ya la masacre número 36 registrada en lo que va del año. La anterior se registró el pasado 17 de mayo de 2023, en Solano, Caquetá, donde cuatro menores de edad indígenas del pueblo Murui, que fueron víctimas de reclutamiento forzado por parte de las disidencias de las Farc, fueron ejecutados por el mismo grupo que los reclutó al pretender escaparse de sus victimarios.