Aunque ‘Guacho’, por la crueldad de sus crímenes, se convirtió en una de las cabezas más visibles de las disidencias de las Farc y llegó a ser considerado la mayor amenaza en la frontera entre Colombia y Ecuador, su muerte no despeja el camino de la violencia que azota esa región, lo que mantiene la zozobra en Tumaco y otras zonas de Nariño por posibles represalias.

Desde diferentes sectores aseguraron que la neutralización de Walter Patricio Arizala Vernaza no soluciona de manera definitiva el problema que se viene registrando en el Pacífico colombiano, uno de los más afectados por el narcotráfico y los cultivos ilícitos, ya que se puede dar un reacomodamiento de las fuerzas para controlar el negocio en esta zona del país.

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Hasta enero, según la Fundación Ideas para la Paz, FIP, los principales jefes de barrio trabajando para ‘Guacho’ eran ‘El Tigre’ y ‘El Pollo’, quienes pertenecieron a la ‘Columna Móvil Daniel Aldana’ y fueron capturados este año por un cuerpo élite de la Policía.

Pero es que el grupo de alias Guacho no es el único que siembra el terror en esa parte del suroccidente. Las autoridades tendrían identificadas a siete agrupaciones (ver mapa) conformadas por disidentes de las antiguas Farc que delinquen entre el Cauca y Nariño.

Aunque algunos de esos grupos ya han desaparecido o han perdido influencia, varios de los líderes que subsisten intentarán tomar el control dejado por alias Guacho. Solo en Tumaco, un informe de la Fundación Paz y Reconciliación llegó a identificar hace menos de un año a once grupos diferentes que buscaban controlar el negocio de la droga en ese municipio, pues en esta zona hay más de 23.000 hectáreas sembradas de coca.

El director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosania, manifestó que esta estructura criminal tendrá un relevo de mando tras la muerte del subversivo, ya que el control que tienen no es político sino de una cadena de negocio como el narcotráfico.

“Los últimos conteos que se tenían del Frente Oliver Sinisterra indicaban que podrían haber más de 300 hombres en armas. Lo que vamos a ver es quién pasará a ser el nuevo cabecilla que estará al mando de la estructura, porque este tipo de organizaciones delictivas no se ven muy afectadas porque desaparece la cabeza, ya que el control que tienen es sobre los laboratorios, la venta en puerto de la cocaína que está saliendo por el Pacífico”, indicó Rosania.

Para el experto, existen unos espirales de violencia que explican el reacomodamiento de este tipo de organizaciones criminales.
“En un principio se pensaba que si se mataba, por ejemplo, a ‘Tirofijo’, se iban a acabar los problemas del país y cuando se murió, toda la estructura de las Farc continuó. Lo mismo pasa con ‘Guacho’”.

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Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, Cerac, la muerte del disidente de las extintas Farc, aunque es un gran avance, no resuelve de fondo los problemas de violencia en Nariño.

“Hay diferentes estudios que demuestran que allá hay por lo menos entre cuatro y diez grupos de crimen organizado, estructurados todos y con gran capacidad de daño. El problema es que están enfrentados todos por las rutas del narcotráfico y el control de las rentas de este negocio ilegal que lleva por lo menos cuatro años, mucho antes de lograrse el Acuerdo de Paz con las Farc”, añadió el experto.

Además del Frente Oliver Sinisterra, que comandaba Walter Patricio Arizala Vernaza, en Nariño hay otros grupos como el Clan del Golfo, el ELN y las Guerrillas Unidas del Pacífico, estructura que hasta septiembre fue encabezada por Víctor David Segura, alias David, quien llegó a ser tan temido en la región como ‘Guacho’, hasta que fue abatido por la Fuerza Pública en septiembre pasado. El grupo estaría ahora al mando de alias Borojó.

Un reciente informe de Human Right Watch advierte del surgimiento de un nuevo grupo, liderado por Mario Manuel Cabezas Muñoz, alias Mario Lata, un excombatiente de las Farc de 28 años, que en 2009 formó parte de ‘Los Rastrojos’ y en marzo de 2016 fue arrestado por homicidio, pero en abril de este año recuperó su libertad y regresó a disputar el territorio a las Guerrillas Unidas del Pacífico.

A eso se suma la presencia, reportada por varios informes, de representantes de narcos mexicanos en algunas zonas de Nariño.

Reacción

La vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, felicitó a las Fuerzas Militares y de Policía por el operativo que adelantaron en la última semana y que terminó con la muerte de alias Guacho en zona rural del corregimiento de Llorente, Nariño.

“Felicitaciones por la tarea de desarticular los grupos de criminales y disidencias de las Farc dedicadas al narcotráfico, secuestro y violaciones. Así como ‘Guacho’, los demás deben saber que este Gobierno no les dará tregua ni espacio para sus crímenes”, indicó ayer Ramírez. La Vicepresidenta añadió que ninguna persona que actúe fuera de la ley “puede sentirse por encima de la justicia”.