El cuerpo del sargento viceprimero Fabio Andrés Zúñiga Burbano, quien murió dos días después del atentado perpetrado por el ELN a la base militar de Puerto Jordán (Arauca), fue trasladado a Popayán, capital del Cauca.
”Con honores militares despedimos los despojos mortales del sargento viceprimero Fabio Zúñiga, que murió por la acción criminal en Puerto Jordán. Las honras fúnebres se realizarán en la ciudad de Popayán. Nuestra solidaridad a su familia. Paz en su tumba”, escribió el Ejército Nacional.
Zúñiga Burbano era oriundo de Bolívar, Cauca, tenía 40 años y llevaba 17 años al servicio del Ejército Nacional. El sargento pertenecía al arma de artillería, era casado y padre de dos hijas.
El ataque, en el que utilizaron cilindros cargados con explosivos lanzados desde una volqueta, causó graves daños tanto en la base como en las áreas civiles circundantes, incluida una escuela.
De acuerdo con el Ejército Nacional, los miembros del ELN atacaron la base militar sin preocuparse de la escuela que estaba a solo 900 metros de distancia y en la que estaban 300 estudiantes.
Por el ataque murieron además del sargento Zúñiga Burbano, los soldados Bayron Correa Vargas y Julián Patiño Arango y quedaron heridos 24 de sus compañeros, quienes son atendidos en el Hospital Militar Central.
Allí, el número de pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) ha ascendido a ocho, todos en condiciones críticas. Del total, 18 ingresaron el mismo día del ataque y seis al día siguiente. De los 16 soldados que continúan en tratamiento, nueve están en proceso de egreso.
Nuestro accionar contra ese plan paramilitar es legítimo, somos una organización con principios políticos”, justificó esa organización, que acusó al Ejército de presuntamente proteger una banda criminal que supuestamente se refugiaba cerca al cantón militar que fue atacado.
En su pronunciamiento, el ELN nuevamente acusó al Gobierno de incumplimientos respecto de los diálogos de paz, al argumentar que por el contrario esa organización sí cumplió con el acuerdo de México y “prorrogaron unilateralmente el cese al fuego a un año”.
“El gobierno siguió sin cumplir, subestimó nuestra voluntad de retomar los diálogos de paz, permitiendo a Otty Patiño proseguir con su tarea progringa de mantener a nuestro país amarrado a los planes de guerra perpetua”, señaló la facción del ELN, en un comunicado divulgado en X.
Tras el ataque de Arauca, la delegación del Gobierno en los diálogos con el ELN anunció la suspensión de la mesa de paz y advirtió que “su viabilidad está severamente lesionada y su continuidad solo puede ser recuperada con una manifestación inequívoca de paz por el ELN”.
*Con información de Colprensa.