Un policía de la base antinarcóticos de Tuluá, Valle, fue asesinado en el corregimiento de Tres Esquinas, en zona rural del municipio. El homicidio se registró hacia las 2:30 p.m. de este miércoles, 26 de julio, cuando el uniformado, que se encontraba de vacaciones, viajaba en una motocicleta.

De acuerdo con el reporte del Departamento de Policía del Valle del Cauca, el miembro de la Fuerza Pública fue atacado con arma de fuego. Cabe destacar que fuentes de la Policía revelaron que la víctima no se encontraba de servicio en la Institución, pues estaba de descanso.

“Fue interceptado por unas personas que dispararon en repetidas ocasiones en contra de la humanidad de nuestro uniformado y huyen del lugar de los hechos”, detalló el comandante de la Policía del departamento, Ever Yovanny Gómez.

Según mencionó el alto oficial, el uniformado asesinado en este ataque fue identificado como José Antonio Sánchez Girón, miembro de la Policía Antinarcóticos que prestaba su servicio a la Institución desde hace 11 años. Asimismo, se pudo establecer que el policía había solicitado su retiro de la Policía.

El uniformado asesinado este miércoles, 26 de julio, había solicitado su retiro de la Policía. | Foto: Tomado de redes sociales (API)

“Extendemos un mensaje de fortaleza y solidaridad a la familia de nuestro uniformado”, agregó Gómez. Finalmente, la Policía Nacional informó que ya designó un grupo especial integrado por miembros de inteligencia y policía judicial con el fin de esclarecer la muerte del uniformado y ubicar a los responsables.

Aunque hasta el momento las autoridades locales no se han referido a posibles hipótesis sobre el homicidio del uniformado, la noticia se conoce en medio de la ola de violencia que azota a Tuluá, centro del Valle. Extorsiones, homicidios e intimidaciones son algunos de los delitos que mantienen en vilo a la población de este municipio, sobre todo por la presencia del grupo delincuencial ‘La Oficina’.

Incluso, tres funcionarios de la Secretaría de Tránsito en Tuluá fueron asesinados a principios de este mes. Ante esto, el alcalde John Jairo Gómez decidió asumir las riendas de esta dependencia, a pesar del riesgo que esto implica.

“Estamos muy tristes por la situación de violencia que vivimos en la ciudad. No quiero enterrar a nadie más, no quiero arriesgar a algún compañero del gabinete y que días después le pase algo”, dijo el mandatario local a El País luego de la muerte de los tres funcionarios de la Alcaldía.

En su momento, Gómez también manifestó que una de sus mayores preocupaciones es la presencia de ‘La Oficina’ y la disidencia de las Farc ‘Adán Izquierdo’. “Me preocupa que el accionar de La Oficina y de la disidencia Adán Izquierdo afecten el proceso electoral. A los tulueños les pido que no entren en el pánico de unos malintencionados que, a través de redes sociales, tratan de crear y maximizar hechos que ocurren, pero con diferentes publicaciones lo que hacen es crear zozobra”, puntualizó.

Sobre el trabajo de su Alcaldía, en articulación con la Gobernación del Valle, Gómez mencionó que aún esperan mayor respaldo del Gobierno nacional. “Nosotros no tenemos la capacidad de decidir cuántos fiscales, jueces, policías y demás hay en cada ciudad y eso es potestad del Gobierno nacional. La Gobernadora habla con nosotros y eleva los requerimientos. Nos han prestado atención, pero esperamos soluciones”, dijo.

John Jairo Gómez Aguirre, alcalde de Tuluá.

Martín Hincapié, quien fuera personero delegado de Derechos Humanos en Tuluá, también manifestó su preocupación frente a este fenómeno de violencia que vive la ciudad porque pese a los anuncios de las autoridades, estos crímenes no cesan.

“Encontramos una ciudad que hoy sigue sometida al terror y al miedo y donde el vox populi entre los comerciantes y empresarios esa preocupación por lo que sucede en Tuluá y que no logran controlar. Entonces no sabe uno qué está pasando y ese mismo miedo se utiliza como herramienta electoral”, señaló Hincapié.