Sigue creciendo la polémica entorno al empresario barranquillero Álex Saab, quien el pasado viernes 12 de junio fue capturado por la Interpol en Cabo Verde, África, acusado por ser testaferro de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. 

Junto a otros colombianos, Saab fue acusado en julio de 2019 en Estados Unidos de lavar dinero según un esquema de sobornos, transfiriendo unos 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas en el extranjero que poseían o controlaban.

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Pues bien, cuando se conoció la noticia de su captura, el Gobierno de Venezuela no tardó en emitir un comunicado en el que reconoce al colombiano como "su agente", quien estaba realizando un viaje  "para hacer gestiones en nombre del Gobierno Bolivariano  para garantizar el derecho a la alimentación y la salud y otros derechos básicos fundamentales del pueblo de Venezuela". 

De acuerdo con el comunicado, Saab fue arrestado "Violando todas las normas y los procedimientos". 

Según se conoció, Saab tenía encima una circular roja por parte de la Interpool, pero el gobierno venezolano alega que al momento de la captura la circular no había sido emitida aún. 

Finalmente, el Gobierno de Nicolás Maduro sostuvo que Venezuela realizará "todas las gestiones correspondientes por la vía diplomática y legal para garantizar los derechos humanos del señor Saab".

Por su parte, Julio Borges, canciller del gobierno interino de Juan Guaidó, indicó que Nicolás Maduro quiere "burlar a la justicia" con sus acciones para apoyar a Saab, a quien define como "el principal testaferro de la dictadura". 

“Para Maduro es tan importante el tema de Saab que apenas se conoció la noticia de su captura, salió un avión con una comitiva con abogados para tratar de burlar la justicia. La dictadura busca impunidad", indicó Borges a la W Radio en una entrevista. 

Saab, quien también tiene nacionalidad venezolana, representa para la justicia norteamericana un eslabón clave para poner en jaque al gobierno de Maduro en Venezuela.