Por: Marilin Rivera Velasco, reportera de El País

Cali se vistió de violeta y reflexionó frente a la violencia basada en género durante la quinta versión del foro ‘Paremos ya’, el cual se desarrolló en la Plazoleta Jairo Varela, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este sábado 25 de noviembre.

Durante la jornada los temas centrales fueron: realidades y retos del cuidado en Santiago de Cali, autonomía económica, antídoto contra la violencia y el lugar de la salud mental en la violencia contra la mujer.

Esta fecha se conmemora desde el año 1999 debido a que la Asamblea General de las Naciones Unidas la estableció por las hermanas Mirabal, activistas dominicanas que fueron asesinadas defendiendo sus derechos durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

Según el Observatorio de Género del Valle del Cauca (Ogen), entre el primero de enero y el 2 de agosto de este año ocurrieron 10 feminicidios en todo el departamento, nueve de ellos en Cali, mientras que durante ese mismo período de tiempo del 2022, la cifra alcanzó los 18 registros en la región.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer’, se realizó el foro Paremos ya, el viernes 24 de noviembre, en la Plazoleta Jairo Varela. | Foto: Especial para El País

Realidades y retos del cuidado en Santiago de Cali

En este módulo, liderado por Ofir Muñoz Vásquez, Subsecretaria de equidad de género de la ciudad , se debatió sobre el hecho de que vivimos en una sociedad donde el cuidado de la familia está cargado sobre la mujer, “pareciera que son las únicas que tienen a cargo el trabajo de asear la casa, acompañar con las tareas, lavar, planchar y preparar alimentos”, explicó Muñoz.

Además, se abordó un tema fundamental llamado Las 5 R de la economía del cuidado: reconocer, redistribuir, reducir, recompensar y representar. Todas ellas se basan en la importancia de identificar que aunque históricamente y tradicionalmente son las mujeres quienes se encargan de los cuidados del hogar, se necesita que los hombres también sean partícipes para que ellas puedan dedicar tiempo para su formación económica.

Los invitados también reflexionaron sobre la economía feminista, la cual indaga sobre estudios de mujeres que se han formado en esta rama y que, desde esa experticia con el enfoque de género, analizan lo que está ocurriendo. Por ejemplo, según una medición que hace el Dane sobre el uso del tiempo libre, se identificó que las labores de casa que realizan las mujeres representa el primer sector productivo, con cerca del 20 %, del PIB del país.

Autonomía económica, antídoto contra la violencia

Este módulo estuvo a cargo de Paola Andrea Gómez, líder de comunicaciones externas de la Fundación WWB Colombia, y contó con tres invitadas: Daniela Konietzko, Presidenta de la Fundación WWB Colombia, Catalina Rey, Gerente de Ecosistema para Microempresas de la Cámara de Comercio y Karen Viviana Guzmán, Oficial regional MEAL. Fue un diálogo para referirse a los logros que obtienen las mujeres cuando pueden generar ingresos y manejar sus finanzas, pues su calidad de vida mejora y se transforma.

Paola Gómez aseguró que “la autonomía económica se convierte en un antídoto para la prevención de violencia de género, aunque no es una garantía, puesto que se han visto casos de mujeres autónomas con buena posición social que han sido víctimas, tal es el caso de la patinadora Luz Mery Tritán. Sin embargo, en la mayoría de los episodios las entradas económicas les permiten salir de los círculos de violencia”.

De acuerdo con las estrategias para que la autonomía económica sea una realidad en la región, las panelistas explicaron que las políticas públicas deben incluir emprendimientos, planes y programas que tengan que ver con el fortalecimiento de las mujeres.

En Cali, el 77% de las mujeres viven en estratos 1,2 y 3, según el Observatorio de Equidad para las Mujeres. Lo anterior revela que la pobreza en la ciudad está feminizada y que las mujeres en su mayoría no tienen una seguridad alimentaria. Además, el 26% de ellas deben salir día a día a buscar su propia alimentación ya que no está garantizada.

Los lentes de género son una estrategia que busca que las personas miren el mundo en clave de equidad. | Foto: Especial para El País

El lugar de la salud mental en la violencia contra la mujer

El último módulo lo moderó Mariluz Zuluaga Santa, diputada electa y exsecretaria de Educación del Valle del Cauca y tuvo la participación de Constanza Abad Gómez, José Malaver y José Luis Hormaza.

Este panel se refirió a la relación que existe entre la violencia de género y la salud mental, dando a conocer que “los hombres que son violentos con sus parejas o núcleo familiar, por lo general han sufrido de violencia durante su infancia”, según indicó Mariluz Zuluaga, sin embargo, estos problemas mentales no justifican los actos de feminicidio de ningún modo.

Frente al sentimiento de culpa que sienten las mujeres al ser víctimas de violencia, los panelistas mencionaron que nada puede justificar que se violente contra una mujer, así mismo, concluyeron que es relevante saber y reconocer a un agresor. Entre las características o perfil de un posible feminicida se encuentra el hecho de que siempre quiera saber en qué lugar se encuentra su pareja, privarla de salir con sus amigas o que el sujeto sea totalmente autoritario o manipulador.

En este espacio también se habló sobre la salud mental de la mujer que es víctima de violencia, pues claramente se ve afectada a tal punto que puede tener consecuencias como depresión, estrés, ansiedad y trastorno del sueño. Esta problemática viene sesgada por los roles que equivocadamente definen al hombre como quien debe dominar, controlar y tener el poder, mientras que la mujer cumple con el rol sumiso. Dicha mirada, que todavía sigue estando presente en la sociedad, ayuda a perpetuar estos episodios de violencia.