La Villa Olímpica es reconocida no solo por ser el lugar donde se alojan la mayoría de atletas que harán parte de los Juegos Olímpicos, sino también por ser el lugar donde los atletas interactúan, llegando muchas veces al sexo entre las partes.
En Londres 2012 y Río 2016 se distribuyeron dentro del complejos varios dispensadores de preservativos para que los deportistas tuvieran sexo seguro, pero para Tokio 2020 la instrucción es mantener el distanciamiento social para evitar contagios de covid.
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Fue así como se hicieron populares las supuestas camas 'antisexo' de la villa en la capital de Japón, que solo estarían diseñadas para soportar el peso de una persona.
Aunque esta información fue desmentida por la empresa fabricante de las camas -hechas a base de cartón-, que aseguró que pueden soportar hasta 200 kilos, el reto de probar su resistencia se ha hecho popular entre los atletas.
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Uno de los más compartidos en redes sociales es el de tres atletas mexicanos que probaron, primero individualmente, luego en parejas y después en grupo, que las camas son más resistentes de lo que se piensan y definitivamente sí soportarían el peso de una pareja en su intimidad.