En Latinoamérica, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), son diagnosticadas cada año, más de 462.000 mujeres con cáncer de mama. Por lo que esta enfermedad es considerada la segunda causa de muerte en las mujeres de esta región. No obstante, en la actualidad también se cuenta con avanzadas tecnologías para su diagnóstico y tratamientos efectivos con altos índices de sobrevida en la población. Como afirma el doctor Juan Guillermo Restrepo Molina, oncólogo hematólogo de la Fundación Valle del Lili, “debido a su prevalencia, también se ha progresado significativamente en la lucha contra esta patología”.
El acceso a un diagnostico temprano, tratamiento oportuno y preciso, así como un acompañamiento cercano en su evolución, son factores fundamentales para el bienestar de las pacientes con cáncer de mama. Pero estas condiciones ideales para su salud, pocas veces se encuentran en una misma institución médica.
La tasa de sobrevida a 5 años, de las pacientes tratadas por cáncer de mama en la Fundación Valle del Lili, es del 96%.
Centro de Excelencia
Es por ello, que respondiendo a esta necesidad y siguiendo el enfoque promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda brindar un programa integral para la prevención y el control de esta enfermedad, la Fundación Valle del Lili creó su propio Centro de Excelencia en Cáncer de Mama, donde se reúnen en un solo lugar, todos los servicios médicos especializados (clínicos, tecnológicos y administrativos), necesarios para que las pacientes puedan acceder a un diagnóstico temprano y recibir un tratamiento completo, enfrentando con mayor probabilidad de éxito el cáncer de mama.
El doctor Restrepo Molina, explica que el Centro de Excelencia en Cáncer de Mama, “es un colectivo multidisciplinario donde participan todas las áreas médicas relacionadas con esta enfermedad. Desde los cirujanos de mama y mastólogos, radioterapeutas oncólogos, oncólogos clínicos y cirujanos plásticos reconstructivos, hasta patólogos, genetistas, nutricionistas, psiquiatras y trabajadoras sociales. Incluyendo también a especialistas de imágenes diagnósticas y del laboratorio clínico y molecular. Entre todos hemos logrado articularnos para obtener los mejores resultados con cada paciente”.
Por su parte, la doctora Diana Felisa Currea Perdomo, mastóloga y jefe de Cirugía Oncológica en la Fundación Valle del Lili, agrega que “en estos centros de excelencia no tenemos que mandar a una paciente a realizarse exámenes a otra institución, como contamos con todas las especialidades, aquí se le hace todo lo que sea necesario. Además, estos son programas cuya oferta de salud se sustenta en resultados clínicos y niveles de seguridad basados en la mejor evidencia científica disponible, y comparables con los mejores referentes a nivel mundial”.
En la actualidad, el Centro de Excelencia en Cáncer de Mama es un referente nacional en el tratamiento de esta patología, ocupando los primeros puestos en calidad de servicio y logrando un impacto social muy importante en la región. Solo en 2020 se atendieron a más de 3.600 pacientes, el 91% de estos casos con una intención curativa.
“Nosotros realmente nos ponemos en la posición de la paciente, ya que cada una tiene historias diferentes, puede ser una joven madre soltera con niños pequeños o una abuelita con muchos nietos y es el centro del hogar; lo más importante es que en este Centro de Excelencia tienen a un equipo humano altamente calificado, esforzándose para que ellas superen su enfermedad y sigan haciendo su aporte a la sociedad”, expresa la doctora Currea Perdomo.
Unidad Funcional de Cáncer
Cuando una mujer recibe un diagnóstico de cáncer de mama, ella y su familia asumen una fuerte carga emocional y psicológica, que con frecuencia se hace más pesada a causa de los diferentes trámites administrativos con las instituciones prestadoras de salud.
Entonces, como una medida eficaz para aliviar a las pacientes de estos procesos desgastantes, aunque necesarios, para la continuidad de los tratamientos médicos; la Fundación Valle del Lili instituyó la Unidad Funcional de Cáncer.
“Nuestro trabajo consiste en brindarles a los pacientes con cáncer de mama, la mejor oportunidad para el inicio del tratamiento, procurando que la atención sea oportuna y de calidad”, afirma Yaira Johana Gil Marín, enfermera oncóloga y coordinadora de la Unidad Funcional de Cáncer.
La gestión desde esta área, en articulación con el Centro de Excelencia en Cáncer de Mama, alcanza una mayor agilidad administrativa, redundando en más bienestar y mejor acceso para la salud de las pacientes.
“Todas las citas, exámenes y procedimientos, así como solicitud de medicamentos necesarios para los pacientes, son radicadas con las enfermeras gestoras de nuestra unidad, luego, un grupo de auxiliares administrativos que tienen contacto directo con las aseguradoras, tramitan internamente las autorizaciones, evitando que los pacientes deban hacer más desplazamientos por la ciudad”, indica la enfermera jefe.
Atención humanizada
En 2006, a sus 44 años, Esperanza Henao Gómez fue diagnosticada con cáncer de mama, desde el primer momento, cuando los médicos de la
Fundación Valle del Lili hallaron un pequeño tumor en su pecho, fue remitida al Centro de Excelencia en Cáncer de Mama, donde recibió un tratamiento integral (cirugía, radioterapia, medicamentos, acompañamiento psicológico y apoyo emocional), que le permitió superar con éxito esta enfermedad luego de 5 años.
“Cuando a uno la diagnostican con cáncer, siempre piensa que se va a morir, pero realmente el apoyo total e inmediato que recibimos aquí, nos hace sentir mucha confianza. Soy una afortunada de haber llegado en el momento justo a un centro de excelencia en esta enfermedad, por el cual, hoy puedo estar dando este testimonio de vida”, expresa la paciente.
Actualmente, Esperanza continúa sus controles médicos, cada seis meses en la misma Institución, donde también participa de las diferentes actividades de educación en prevención y apoyo a nuevas pacientes, principalmente en La Noche Rosada, un encuentro anual que desde hace 16 años se realiza en la Fundación Valle del Lili, para promover la detección temprana del cáncer de mama, crear conciencia sobre el impacto social de esta enfermedad, y reforzar los lazos de solidaridad entre las pacientes, sus familias y la comunidad en general.