Desde el pasado mes de octubre los incendios forestales superan cualquier promedio de los registrados en las últimas décadas en Australia, el continente más pequeño del mundo y el sexto país más extenso, que hoy tiene afectadas más de 7.3 millones de hectáreas por esta causa.
Los habitantes y quienes estamos en calidad de visitantes hemos tenido que buscar, en medio de la dramática situación, lugares para evitar enfermedades respiratorias.
Las autoridades han recomendado que las personas, en la medida de lo posible, no salgan de sus casas, debido a la fuerte contaminación del aire, producida por el impacto de los incendios forestales. En los principales centros urbanos los incendios no se ven, pero se sienten, esto a través del espeso aire que se respira, lo que ha obligado a las personas a usar tapabocas.
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La tos y los estornudos son recurrentes a lo largo y ancho de las ciudades, el cielo es rojo o gris y el olor a humo, permanente. Esta es la radiografía de lo que se vive en los siete estados australianos, que resulta siendo lo menos impactante y de lo que menos se habla, pues la dura realidad está en la zona forestal de este país.
En un solo día se pueden presentar más de 100 incendios. Los fuertes vientos son unos de los principales factores que ha causado que se propaguen a gran velocidad, a esto se suma el efecto del cambio climático, el registro de una de las sequías más largas y las altas temperaturas que han superado los promedios establecidos.
Más de 1200 casas han sido destruidas. Hay que tener en cuenta que el modelo urbanístico en Australia es horizontal, aún predomina la habitación en casas y no vertical, en edificios. En Sidney viven unos 5 millones de personas a lo largo y ancho de 12 mil kilómetros cuadrados. Sidney está dominada por urbanizaciones que en muchos casos colindan con el bosque. Estas zonas, denominadas de interfaz urbano-forestal, son particularmente vulnerables ya que en ellas se concentra el mayor número de viviendas destruidas por el fuego.
Más de 25 personas han muerto, entre bomberos y habitantes. Se estima que mil millones de animales podrían haberse visto afectados, casi un tercio de los Koalas han muerto. Aún es prematuro medir el impacto negativo que tendrá esta catástrofe para la biodiversidad del planeta. Países como Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda han reforzado con sus bomberos la atención de la emergencia, que puede agravarse, pues se prevé que aún queda más de un mes de verano. Por otra parte, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, advirtió que los devastadores incendios pueden continuar ardiendo por meses.
Australia, en el inicio de la semana, lanzó desde helicópteros miles de kilos de tubérculos para animales como consecuencia de la destrucción de su hábitat por los incendios.
Morrison desplego 3000 miembros del Ejército, Marina y Fuerza Aérea para combatir las llamas. También prometió destinar US$14 millones para alquilar aviones para combatir incendios.
Entre los habitantes de Australia se empieza a hablar de crisis alimentaria, escasez de agua y aumento en los precios de los alimentos, en un país considerado uno de los más costosos del mundo, entre otros efectos inmediatos. Se cancelan paquetes turísticos por el riesgo inminente que tiene visitar determinadas zonas cercanas a algunas playas o parques nacionales.
El comunicador caleño Camilo Montoya Yepes, director del canal ‘Camilo reporta’ relarta que “Melbourne, capital del estado de Victoria, está cubierta por el humo de los incendios que arden en la parte este de la región. La calidad del aire en la ciudad ha sido calificada como muy pobre y las autoridades han dado instrucciones para que quienes sufran enfermedades pulmonares, del corazón o asma, al igual que personas mayores de 65 años, menores de 14 y en condición de embarazo, eviten salir de sus casas”.
Canberra, la capital de Australia, ha registrado aumentos importantes en los ingresos hospitalarios por este problema, ya que esta ciudad ha pasado a encabezar el escalafón de las ciudades más contaminadas del mundo.
La Cruz Roja Australiana está aceptando donaciones para sus voluntarios en los centros de evacuación y recuperación. El Ejército de Salvación de Australia, que proporciona refugio y comidas a los evacuados y socorristas, también lanzó recientemente una campana humanitaria. Así mismo las celebridades de este país se han unido para apoyar la lucha contra esta emergencia que ha convertido hoy a uno de los países más felices del mundo en un verdadero infierno.
El tenis, afectado
Los altos niveles de contaminación de aire que se registran en Melbourne como consecuencia de los incendios forestales que azotan Australia están afectando a la celebración del Abierto de Australia de tenis.
La tenista serbia Dalila Jakupovic se vio obligada a retirarse debido a un severo ataque de tos durante un partido de la fase previa del campeonato, antes de servir y cuando iba ganando el encuentro que disputaba en el Melbourne Park contra la suiza Stefanie Vogele.
"El planeta nos pide cambiar"
“Mi nombre es Ninfa Victoria Coronado. Soy una caleña estudiante de Inglés aquí en Sydney. Elegí esta ciudad por ser una de las principales de Australia, por su clima, que es muy similar al de mi Cali bella, y porque el estar inmersa en una cultura de habla inglesa claramente me va a ayudar en mi proceso de aprendizaje del idioma.
Llegué a Sydney en octubre de 2019 y realmente superó mis expectativas; sin embargo me encontré con una situación que realmente no esperaba. Las olas de calor han desencadenado fuertes incendios y esto claramente nos obliga en muchas ocasiones a tomar prevenciones cómo usar máscara con filtro, evitar salir a la calle cuando hay demasiado humo, evitar hacer ejercicio al aire libre etc, todas recomendaciones para prevenir el daño a nuestra salud que puede llegar a ser ocasionado por la cantidad de humo que invade la ciudad, a causa de los incendios.
El ver en las noticias cómo día a día se hace más difícil controlar estos incendios, ver la cantidad de familias que han tenido que abandonar sus hogares, los animales luchando por sobrevivir, levantarse en la mañana y ver toda una ciudad cubierta de humo realmente es una situación muy triste, son imágenes que golpean fuerte en nuestras emociones y genera gran impotencia el no poder buscar un cambio inmediato. Sé que esta situación no es ajena, ya que es un tema de conocimiento mundial.
Muchas personas se han solidarizado y siento que todos desde nuestros hogares, sin importar en qué lugar del mundo estemos podemos aportar para ayudar a nuestro planeta; siento que a gritos nos está diciendo que debemos cambiar y ya. Lo que está pasando en estos momentos en Sydney es solo una de las tantas situaciones que a diario vivimos a causa del cambio climático y no debemos cerrar nuestros ojos a esta realidad”