En las arenas blancas de isla Damas, en el norte de Chile, donde los turistas solían disfrutar observando su rica fauna, hoy se ven solo brigadas sanitarias vestidas con trajes de bioseguridad en busca de animales muertos.
El temor a la gripe aviar obligó al cierre de la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt, en la región de Coquimbo, donde está la isla Damas y que alberga el 56% de las parejas reproductivas de esta especie endémica de Chile y Perú.
Producto de la actual crisis de gripe aviar, este año ha muerto el 10% de la población de este pingüino en Chile, según el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca).
“El pingüino de Humboldt está en categoría de conservación vulnerable y probablemente después de esto va a quedar en otra categoría, mucho más en riesgo”, alerta Gerardo Cerda, encargado regional de conservación y biodiversidad de Sernapesca.
Desde hace seis meses, equipos del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y Sernapesca redoblan esfuerzos por evitar la propagación de esta enfermedad en la reserva donde también hay lobos marinos, pequeños petreles y cormoranes guanay.
Las patrullas recorren esta isla recolectando cadáveres para evitar la propagación de la enfermedad.
Aunque se descartó que la gripe aviar fuera la responsable, no se sabe aún qué es lo que provocó la muerte de los más de 3.500 ejemplares.
“Se siguen buscando causas (de la muerte), si es la corriente de El Niño, el cambio climático o toxinas en el mar”, dijo Jorge Mautz, director regional del SAG.
En total, en Chile el virus H5N1 ha afectado a medio centenar de especies, entre ellas pelícanos, chungungos y gaviotas. Un hombre de 53 años se contagió y fue internado grave en un hospital.
Más de 1.300 pingüinos de Humboldt y otras 8.000 especies marinas, en su mayoría lobos de mar, han muerto a causa de la gripe aviar.
Desde diciembre, el SAG encontró más de 38.000 aves silvestres muertas.
“Los 1.300 (casos anotados) son probablemente menores a la cifra real” de pingüinos muertos, afirmó Gerardo Cerda, de Sernapesca en Coquimbo, y explicó que “hay sectores con acantilados, donde pueden varar los ejemplares y no ser vistos”.
“Ha sido angustioso ver cómo empiezan a morir estas aves o se ven enfermas. Nunca habíamos tenido esta crisis”, relató Pablo Arrospide, administrador de la reserva.
Mortandad de lobos marinos
En la orilla de la isla Damas, el cuerpo de un lobo marino se descompone debajo de un roquerío, lo que dificulta el retiro del cadáver.
Chile alberga el 40% de la población mundial de esta especie, con cerca de 200.000 ejemplares.
En lo que va de año, la cantidad de lobos muertos es casi el doble de la acumulada por diferentes causas en los últimos 14 años.
En una playa de la ciudad de La Serena, también en la región Coquimbo, una cría de lobo marino se acerca a la costa. Personal de Sernapesca intenta atraparlo, pero el animal logra huir. Un signo de buen augurio, según los funcionarios que días antes sacrificaron un ejemplar que estaba paralizado en la orilla del mar.
Algunos países, entre ellos China, Egipto y Vietnam, han organizaron campañas de vacunación contra la gripe aviar, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree es una buena medida para disminuir el número de casos y reducir el riesgo para los humanos.
Pero su uso aún está dirigido principalmente a aves de corral y tendría ciertos riesgos.
Cuando no hay una buena estrategia de vacunación puede “inducir a que el virus evoluciones y genere diferencias que escapen de las vacunas”, advierte Christopher Hamilton-West, especialista en epidemiología veterinaria de la Universidad de Chile.
Las vacunas -que no se están usando en Chile- no curan animales infectados y solo ralentizan la diseminación del virus, agrega el experto.
Si bien no hay evidencia de que esta enfermedad se transmita entre humanos, “sí ha afectado a otros mamíferos, está a un paso de mutar y afectar a las personas” directamente, alerta Muriel Ramírez, epidemióloga de la Universidad Católica del Norte.