Cualquier actividad diaria deja un rastro que impacta negativamente a la Tierra, en la mayoría de las ocasiones, por la emisión de gases de efecto invernadero.

Para compensar la huella de carbono (como se conoce a la medición que se hace de cada persona, sea natural o jurídica), se pueden sembrar árboles, por ejemplo. Pero también se puede hacer con un aporte económico para apoyar a quienes tienen bosques en sus fincas.

En el Valle del Cauca se cuenta con una plataforma para ayudar a los campesinos a la conservación. Se trata de Banco2 (www.banco2.com), donde se puede calcular la huella de carbono y traducir ese impacto en un pago anual.

“Los dineros que se recaudan se entregan a las familias. Actualmente empezamos con 18 familias que viven en El Queremal y que nos ayudan con la cuenca del río Dagua, que es fuente del acueducto”, dijo Rubén Darío Materón, director de la CVC.

Dentro de las cuencas caracterizadas para incluirse en el pago de servicios ambientales están las de los ríos Bolo, Frayle, Guabas, Cali, Nima, Tuluá y Bugalagrande. Algunas de las empresas vinculadas son Harinera del Valle, Ciesa y Agrícola Himalaya.

Andrés Carmona, profesional especializado de la CVC, dijo que para junio se ampliará el número de beneficiarios. “Queremos llegar a otras cuencas y tenemos empresas interesadas en participar”, anotó.

Jaime Andrés García, director ejecutivo de Más Bosques (operador de Banco2), dijo que 27 de las 33 corporaciones usan la plataforma. “600 familias del país se benefician de estas compensaciones”.