Un año y medio lleva al frente de la dirección del Dagma Claudia María Buitrago y en ese periodo de tiempo quizá la labor más complicada que realizó, y menos visible, fue la depuración de la entidad donde encontró más de 2000 sanciones ambientales engavetadas, “siendo un caldo de cultivo para la corrupción”, dice.
Además, a esta abogada con estudios parciales de doctorado en ciencias ambientales, le tocó lidiar con fuertes polémicas como la instalación de estaciones forestales en los Farrallones y la muerte de dos pumas en la estación de paso de fauna silvestre de Cali. Balance.
¿Directora, qué tan revolcada encontró la casa -El Dagma- ?
Lo primero que me encontré fue un grupo de gente buena, honesta y técnica, pero también me tope con unos focos que no eran transparentes y que le generaban problemas reputacionales al Dagma.
¿Dónde encontró esos focos?
Había dos temas críticos en el Dagma, en lo que antes se denominaba como Silvicultura (gestión de los árboles de la ciudad) y en el Departamentos de Sanciones, allí realizamos una reingenería.
¿Específicamente qué encontró?
Temas de opacidad, es decir, que no habían actuaciones y procedimientos claros. Mucho ruido de personas indebidas, había quejas del empresariado en ese sentido. Y la directriz del Alcalde Armitage es que necesitaba un Dagma transparente...
¿Qué hizo para afrontar esta situación?
Lo primero fue levantar el tapete porque habían muchas sanciones del Dagma engavetadas y eso es un caldo de cultivo para la corrupción... Cuando tu tienes engavetado un proceso sancionatorio un funcionario, que no es transparente, siempre irá a vacunar al empresario.
Cuántos procesos sancionatorios estaban engavetados...
Más de 2000, hemos rebajado. Creamos un grupo que llamamos Cero Kilómetros, porque si yo sigo entregando los procesos nuevos a los funcionarios que están descongestionando nunca podría controlar los tiempos.
¿Qué tipo de sanciones estaban engavetadas?
Las mayores sanciones han sido por vertimientos a los afluentes de la ciudad. Vamos con toda para descongestionar eso porque nuestro compromiso es descontaminar las fuentes hídricas. En 2018 impusimos 45 sanciones de las cuales 38 quedaron en firme, lo que corresponde a cerca de $2600 millones -en sanciones-. Pero ojo, nuestro objetivo no es sancionar empresarios, sino llevarlos a que cumplan la norma y allí estamos trabajando con los gremios.
Cambiemos de tema. Para los caleños fue dolorosa la devastación del cerro de Cristo Rey, tras el incendio forestal, ¿no cree que se pudo haber prevenido?
Antes del incendio ya veníamos trabajando para comprar cámaras térmicas para esta zona. Ya fueron adquiridas tres y antes de culminar este semestre serán instaladas, las operarán los bomberos. Aquí hay que tener en cuenta que en Cali los incendios no son naturales sino que son provocados por manos criminales y detrás del incendio siempre viene el intento de invasión.
En el 2018 estuvimos en un batalla campal contra los invasores de los cerros... ese trabajo lo hemos venido afinando. Todos los días tenemos reportes de invasiones y allí estamos actuando.
Bogotá y Medellín han venido afrontando situaciones críticas en términos de calidad del aire; En Cali, los indicadores no son tan malos. Sin embargo, como habitante del norte le puedo decir que hace falta una estación de monitoreo en esta zona, porque en algunas épocas del año las industrias del sector emiten olores desagradables.
Yo recojo su recomendación, pero en las mediciones que tenemos de partículas pequeñas y grandes, no tenemos excedencias, pero si puedo decir que hay una leve tendencia a alza -de la partículas-.
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¿En Cali hay empresas sancionadas por contaminación del aire?
Cali no es una ciudad industrial. La principal fuente de contaminación de Cali son los vehículos que aportan el 90% de las emisiones.
Directora, pero cuando yo salgo de mi casa veo industrias con chimeneas que emiten humo...
Sí, y nosotros ahora con recursos de la sobretasa estamos contratando el control de esas fuentes fijas.
Hace un año usted habló de la posibilidad de tener equipos de medición de calidad del aire en zonas críticas de la ciudad que emitan alertas en tiempo real a los caleños ¿Cómo avanza ese proyecto?
Hace un año no podíamos entregar información en tiempo real, ahora sí lo podemos hacer, lo que pasa es que aún no hemos llegado a tener las pantallas en espacios públicos. Pero lo importante es decir que Cali tiene buena calidad del aire.
Y qué le decimos a los habitantes del norte cuando se presentan malos olores de la industria...
Que puede que se presenten malos olores, pero los dos parámetros de medición de calidad no son críticos.
Otro tema de vecinos, ahora del sur. ¿Qué pasó con las quejas de impacto de sonido de la Carpa de la 50?
Ellos se excedieron en los niveles de ruido y por eso impusimos una medida preventiva, fue notificada y está vigente. Esa medida les permite operar pero no utilizar equipos de amplificación de sonido. A los vecinos de la Comuna 19, cercanos a la Carpa de la 50 se les dio un parte de tranquilidad.
El Dagma, la comunidad y la CVC están impulsando la recuperación de las riberas del río Cali desde la Calle 25 hasta la desembocadura en el río Cauca. ¿Cuándo estará listo ese proyecto?
Este año se va a hacer el diseño donde no solo participarán los arquitectos sino también la comunidad organizada de la Mesa Río Cali. Será el resultado de lo que la gente quiera. Los recursos saldrán de la sobretasa ambiental pero su costo dependerá del proyecto. Es una iniciativa ambiciosa. para esta año estarán los diseños y las obras deberían empezar en el 2020.
El Concejo cuestionó la ejecución presupuestal del Dagma en el 2018, hoy cuál es la realidad de la inversión de recursos...
El Dagma trae un rezago de ejecución donde se ejecutaba solo el 20 % dejando publicados los pliegos en la red al final del año, eso lo permitía la Norma Nacional pero no el Estatuto Municipal, por eso nos tocó dejar como vigencias futuras obras importantes como los parques de Sebastián de Belalcázar y Los Naranjos, eso nos bajó el nivel, entre otros. En términos de gestión se ejecutó el 76% de los recursos en el 2018.
¿Cuál será su gran legado, al culminar su gestión?
Yo quiero dejar conservado el ecosistema de los Farallones. Sino conservamos arriba no tendremos ríos aquí abajo. Estamos trabajando con las comunidades para que hagan conservación y no deforesten y les estamos entregando incentivos colectivos para que trabajen como comunidad.
Directora, pero para eso también hace falta que por fin entren en operación los retenes ambientales de los Farallones y ese es un gran pendiente de esta Alcaldía...
Ya habíamos empezado el contrato de retén ambiental del puesto de El Arbolito y la comunidad no lo permitió. Entre marzo y abril abriremos la contratación de ese puesto; desde octubre pasado ya tenemos un puesto de control en Quebrada Honda, con Parques Naturales y el Batallón de Alta Montaña.
También tenemos preparado un puesto de control para Pance. Lo que hemos acordado es que nos sirve mucho un puesto de Control Móvil que tenga como sede Pance pero que se pueda mover a otros sectores. Este año vamos a tener tres puestos de control en los Farallones. También permitirán el encuentro con la comunidad para hacer educación ambiental.
Yo creo que más que espacios de educación lo que se busca es que estos retenes ambiental ejerzan el control a la minería ilegal...
Estos puesto serán importante para tal fin y estamos comprometidos con eso.
¿Por qué se ha demorado tanto la culminación de estos puestos?
Yo me posesioné el 7 de septiembre del 2017 en medio de una asamblea popular y eran más de 200 personas en contra de los puestos de control, el año pasado fue de muchas tensiones, pero te puedo decir que la relación que tenemos hoy con ellos es distinta.
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