Hace poco se dio a conocer que un equipo de científicos israelitas logró un descubrimiento que ha llamado la atención del mundo. Los amantes de la ciencia hicieron crecer un árbol a partir de una semilla que tiene más de mil años de antigüedad. Lea también: Día Mundial de la Vida Silvestre: 118 ranas venenosas incautadas en El Dorado fueron liberadas en su hábitat natural en Tumaco

Esta semilla fue recuperada durante las excavaciones arqueológicas en el desierto de Judea, en 1980, y durante varias décadas fue conservada y cuidada. Pero, hace catorce años un grupo de científicos decidió sembrarlo sin tener certeza de cuál era la especie.

Actualmente el árbol mide 3 metros de alto. | Foto: El País

Hoy, el árbol mide alrededor de tres metros de altura, y los investigadores han podido analizar sus características genéticas, demostrando que pertenece al género Commiphora, una familia de plantas como la mirra y el incienso, que tienen un profundo valor cultural en la historia de este pueblo.

Hasta ahora no se ha podido dar una identificación precisa de este árbol, porque no ha florecido. Se espera que cuando esto suceda los expertos puedan determinar su especie. Le puede interesar: Universidad caleña lanza spin-off que transforma los residuos en soluciones sostenibles

Al parecer esta planta pertenece a la familia de la mirra. | Foto: El País

Este género incluye unas 200 especies que se encuentran en África y Madagascar, pero esta parece haber desaparecido de la región hace siglos. Una de sus características es que contiene compuestos biológicamente activos, entre ellos el triterpenoides pentacíclicos, que tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.

Este grupo de científicos, que está dirigido por Sarah Sallon, de la Hadassah Medical Organization, pensó que el árbol podría ser el legendario ‘bálsamo de Judea’, una planta mencionada en la Biblia por sus propiedades medicinales. Sin embargo, la falta de ciertos compuestos aromáticos descartó esta hipótesis. A pesar de ello, los hallazgos sugieren que este árbol es parte de un linaje extinto en la región que pudo haber sido utilizado en la antigüedad con fines curativos. Los expertos siguen cuidando y analizando esta especie.