El satélite de observación terrestre europeo Sentinel 3B, parte del proyecto Copérnico, despegó hoy desde el cosmódromo ruso de Plesetsk a bordo de un cohete Rockot.
El satélite, con un vida útil inicial de 7,5 años, pesa 1.250 kilogramos y volará para colocarse en órbita a 814 kilómetros de altitud.
Se situará así en la misma órbita que su gemelo, el 3A, pero a +/-140º fuera de fase.
Su cometido será observar los océanos, la superficie terrestre y las capas heladas de la Tierra, así como los fenómenos de la atmósfera.
El Sentinel 3B apoyará principalmente al 3A en una serie de mediciones de la Tierra que van desde el monitoreo del nivel de los océanos -donde ha constatado una subida de 3 milímetros anuales- hasta el seguimiento de huracanes, pasando por el control de los niveles de contaminación atmosférica.