La primera versión del trofeo de la Copa del Mundo incluía la imagen de la diosa griega 'Niké', que representa la victoria y la obtuvo la selección de Uruguay en 1930.

Ha sido robada, recuperada y exhibida en grandes museos del mundo, pero el mejor reposadero de este trofeo siempre han sido las manos de futbolistas que lo dan todo en la cancha por sus naciones.