La familia de César Blanco, un joven venezolano asesinado el pasado 9 de diciembre en el barrio Puertas del Sol, en el oriente de Cali, sigue velando su cuerpo esperando su "resurrección".
Julio Blanco, padre de la víctima, y Óscar Conde, pastor de la iglesia Cueva de Adulán, explican por qué decidieron aplazar la sepultura del cadáver.
Pese a la insistencia de los allegados, la Secretaría de Salud ordenó que el cuerpo sea llevado a un cementerio a más tardar este jueves.